El hospital Miguel Servet de Zaragoza ha puesto en marcha un nuevo proceso asistencial para mejorar la atención a los pacientes que sufren ictus, patología que afecta a 2.5000 aragoneses cada año y que constituye una de las primeras causas de muerte en la comunidad.

En total son 750 las personas que anualmente atiende por esta enfermedad el citado centro sanitario, usuarios que, a partir de ahora podrán beneficiarse de una reorganización que permitirá agilizar la asistencia. En este proceso de mejora de la atención están implicados no sólo el Servicio de Neurología sino también los de Urgencias, Rehabilitación, Neuroradiología, Enfermería y la Unidad Sociosanitaria.

"Se trata de aplicar unas determinadas normas y tratamientos consensuados desde que el paciente llama al 061 hasta que después de acudir a Urgencias y estar ingresado en Neurología pasa a Rehabilitación y vuelve a la Atención Primaria", explicaron ayer fuentes del Salud.

Este nuevo sistema, incluye la puesta en marcha del tratamiento de trombolisis cerebral, que consiste en administrar un fármaco (rt-PA) que disuelve el coágulo que ocluye la arteria del cerebro afectada. Este tratamiento, altamente eficaz, debe ser administrado sólo a los casos que reúnan unas muy estrictas características y exclusivamente en las tres primeras horas después de producirse el ictus.

Esta patología es un trastorno brusco de la circulación que altera la función de una determinada región del cerebro. Se produce cuando una arteria se obstruye por un coágulo, dando lugar a una hemorragia. Al no llegar el flujo sanguíneo necesario a una parte del cerebro, se produce una lesión (o infarto) en esa zona.

Los síntomas varían dependiendo de la región cerebral que se vea afectada: parálisis de un lado del cuerpo, imposibilidad para hablar, pérdida de conciencia... Muchas ocasiones se da el caso de que los afectados no valoran como urgente el problema, sobre todo si los síntomas, como ocurre frecuentemente, son transitorios.

Hoy se celebra el Día Nacional del Ictus con el lema Prevenir es vital . En España, ésta es la segunda causa de muerte (primera en mujeres) tras el infarto de miocardio, con el que comparte factores de riesgo, como la hipertensión, el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas y el sedentarismo.