El Ayuntamiento de Zaragoza anunció ayer que la solución para terminar con los problemas en el alumbrado de la calles Condes de Aragón sería una nueva instalación eléctrica en el lado de los impares que costaría 600.000 euros.

Esta cifra supone una inversión muy alta para el consistorio zaragozano y no se podría realizar con un presupuesto ordinario. Por esta razón, se ha planteado como alternativa la poda severa de árboles para aumentar la visibilidad. "O 600.000 euros o una poda dura", explicó ayer Lola Campos, concejala de infraestructuras, que además aseguró que "el anteproyecto está en primera línea pero ahora llegamos dónde podemos".

La obra a realizar, que sería de más envergadura que en otras calles, supondría la instalación de canalizaciones y cableado en una vía de 700 metros de longitud y 32 metros de anchura con un arbolado frondoso.

Por el momento, el Ayuntamiento de Zaragoza intentó mejorar el alumbrado con nuevas luminarias a seis metros de altura que pretendían mejorar la visibilidad en la acera y la calzada. Este era un proyecto piloto que se puso en marcha en verano pero, según afirmó ayer Campos, "el servicio no está satisfecho porque se mejora muy poco la visibilidad".