Los baches, la carencia de arcenes y las peligrosas curvas han hecho de la carretera entre Ricla y Magallón, la A-121, más conocida como la carretera del desierto , un auténtico martirio para los cientos de camiones y automóviles que diariamente circulan por ella.

El proyecto de la Dirección General de Carreteras de la DGA para acometer la obras de refuerzo del firme y ampliación de la calzada en un trazado de 23 kilómetros ha caído como un bálsamo de aceite entre los habitantes de los municipios por donde discurre. Una unanimidad que no comparten los vecinos cuando se habla de la posible construcción de una autopista que disminuya la densidad de tráfico que discurre por esta calzada.

Pese a su mal estado, la carretera del desierto es un eje principal entre el norte de España y Levante. Muchos vehículos que circulan desde las regiones de País Vasco, o Navarra hacia Castellón y Valencia --o viceversa-- utilizan esta vía, ya que supone un ahorro de casi una hora y más de cincuenta kilómetros sobre el trayecto alternativo por la Autopista del Ebro y la Nacional II.

PROYECTO DE LA AUTOPISTA Si durante los días festivos y el verano la carretera se llena de automóviles hacia levante, durante los día laborales es el tráfico pesado el que se acumula en esta carretera. Pascual Asensio, alcalde de Fuendejalón, considera "muy positivas las obras para arreglar el firme y mejorar algunas curvas peligrosas que suponen un riesgo importante para los viajeros".

Sin embargo, Asensio no muestra la misma satisfacción por el proyecto de la autopista que ha encargado la DGA, "ya que puede afectar negativamente a los comercios y restaurantes de la comarca". La Dirección General de Carreteras del Gobierno de Aragón tiene firmado un contrato con la empresa Eptisa para la redacción del Estudio Informativo de la autopista de conexión entre la carretera N-232 y la N-330, en el tramo entre Gallur y Cariñena.

Según fuentes del Gobierno de Aragón, con la redacción de este estudio informativo se quiere avanzar en el diseño de una vía de peaje que sirva para vertebrar el territorio y que facilite la conexión de los tráficos en ambas direcciones. En estos momentos, los automóviles que hace este trayecto recurre de forma habitual a carreteras autonómicas que no están acondicionadas para un tráfico intenso, como ocurre en el trayecto Magallón-Ricla, y La Almunia-Cariñena.