«Con una sonrisa en la cara» rememora el autor Rafael Castillejo la década de su infancia. Un cariño que se ve reflejado en Recuerdos compartidos. Memorias de un niño nacido en los cincuenta, un libro que edita EL PERIÓDICO DE ARAGÓN y que bucea en los juguetes, vivencias y costumbres del pasado del escritor y de toda una generación, que verá reflejada en estas páginas su niñez.

El volumen, que ya se puede adquirir por un precio de 15 euros, fue presentado este martes en Zaragoza. A la cita acudió el propio Castillejo y el director de este diario, Nicolás Espada. También, alrededor de un centenar de personas, que disfrutaron de esta memoria compartida de la mano de Castejón y de sus propios recuerdos, que brotaron en el acto en ambas direcciones.

«Es un canto a la nostalgia de aquellos que nacieron en los 50», afirmó Espada sobre este trabajo que, además de los textos del autor, cuenta con la edición de la periodista Marian Rebolledo y con el diseño y la maquetación de Alfredo Losada. Las voces de la radio, los entretenimientos y las calles de una Zaragoza en la que Castillejo, entonces niño, podía bañarse en el ojo del Canal o en el Huerva.

El director destacó el trabajo del autor a la hora de recopilar «miles de imágenes» sobre esta época, una labor que se puede observar en la propia web del escritor que, además, protagoniza la portada del libro. También tiene historia la captura, ya que se tomó en el pasaje del Ciclón durante una celebración familiar, y en este montaje, le mira de reojo aquel Tarzán del año 1949, interpretado por Lex Baker. «Si hay alguna duda, soy el de la izquierda», bromeó.

CINE Y TEBEOS

Los pequeños Toto o Peppino de Cinema Paradiso, a pesar de recrear una época anterior, sirvieron a Castillejo como ejemplo de niños que jugaban en la calle, unos con otros, sin importarles nada más. Compañeros como los que tuvo el autor en el colegio de Torrero y que, ahora, rememoran ese pasado común con una sonrisa. Unos momentos en los que la radio y los tebeos -los mismos casi siempre- eran el entretenimiento en casa. Pues, matizó Castillejo: «Mi libro está lleno de cosas que nunca tuve». Entre ellos, juguetes como el tren de la marca Payá, fuera de su alcance, no así el cine y los cómics, destino habitual de las propinas de su abuelo Pascual.

Tampoco pasaron por sus manos las muñecas, que también tienen su presencia en el volumen, de la mano de una de las colecciones más importantes de España, la de María Lira. «En los 50 se empezaron a estilizar», señaló sobre estos juguetes que comenzaron a dejar atrás el aspecto de Mariquita Pérez.

Por supuesto, aparecen otros grandes entretenimientos del momento: los recortables, de los que destacó que eran mucho más prácticos los dirigidos a las niñas, frente a aquellos barcos huecos que se podía llevar el aire en un descuido si quedaban las ventanas abiertas.

También repasó, como contempla su libro en otro capítulo, aquellos miedos que atenazaban las mentes de los niños en ese momento y remedios ante ellos como una «sábana protectora» que servía las veces de escudo bajo la cama.

Igualmente, retrotrae cómo se vivían celebraciones como la Navidad, con sus pavos, sus aguinaldos y los regalos el día de Reyes, más modestos que en la actualidad pero que hacían a los pequeños «felices». Sobre estos momentos el autor rememoró los cambios de la guardia pretoriana en la iglesia de San Cayetano, que observaba con su abuelo durante otro de los grandes eventos del año, la Semana Santa.

El vaivén de instantáneas mentales animó al público a compartir también sus recuerdos, como los gritos de varias calles de alcance que lanzaban las madres para llamar a sus hijos o las «rodillas restregadas» de jugar en la tierra.

«¿Quién no se ha enamorado alguna vez de Romy Schneider?», afirmó uno de los asistentes al rememorar las películas de Sissí emperatriz que protagonizó la actriz. Filmes que dieron paso a otro de los entretenimientos estrella del momento: las colecciones de cromos, bien distinguidos entre los de chicos y los de chicas. No obstante, el propio Castillejo aseguró que no tenía problemas de niño en que fueran dirigidos a unos o a otras para disfrutarlos.

El director de EL PERIÓDICO indicó que, con este libro, el diario cumple con su función de formar, informar y entretener, ahora que está a punto de cumplir 30 años. Además, continúa con su línea nostálgica, en la que caben los volúmenes de Memoria Visual de Zaragoza, «todo un éxito» y «un buen regalo para esta Navidad». Así lo ve también Castillejo, un «bonito regalo de Reyes».

LOS BENEFICIOS, A ALZHEIMER ARAGÓN

Rafael Castillejo ha donado los beneficios de la publicación a la La Federación Aragonesa de Familiares de Enfermos de Alzheimer (Faral). Este martes acudió a la presentación del libro su presidenta, Cheles Cantabrana, que destacó la importancia del trabajo de sensibilización sobre esta enfermedad y las ventajas de detectar los síntomas de manera temprana, a la hora de retrasar sus efectos.

En ese sentido, Cantabrana subrayó los beneficios de ejercitar los recuerdos para las personas afectadas. Precisamente, Castillejo afirmó que una de las razones que le hizo continuar con su labor en la web fue el reconocimiento por parte de mayores que utilizaban la página de internet del autor como ejercicio de memoria.