Lo que, en principio, parecía un grave hecho accidental: la muerte, como consecuencia de las quemaduras sufridas, de un hombre con problemas de movilidad, se transformó en un presunto crimen tras una investigación de la Guardia Civil.

Los hechos se produjeron, según informó Heraldo, el pasado 5 de enero, cuando los bomberos de Caspe acudieron a un incendio en una casa del pueblo de Chiprana donde vivía un hombre de 60 años, A. A. C., con un chico, hijo suyo, de 16.

Los equipos antiincendios extinguieron las llamas y rescataron de las mismas al hombre, que presentaba graves quemaduras en distintas partes del cuerpo de las que fallecería el 18 de enero en el hospital Miguel Servet de Zaragoza.

El menor pudo escapar gracias a que escapó por una terraza del inmueble. Todo quedó allí, pero, pasados unos días, al tomar declaración al muchacho los investigadores se percataron de que su relato de los hechos presentaba lagunas y contradicciones. Las pesquisas les llevaron a averiguar que el hombre, que era psicólogo y ejercía en una localidad costera de Cataluña, había sido rociado con una sustancia combustible.

Al parecer, el menor se vengó de esa forma tras mantener discusiones con su padre, que le reprochaba su tardanza en volver a casa. El regalo de Reyes dio lugar a otro enganchón entre ambos que acabó cuando el menor echó alcohol de quemar sobre el padre, que iba en silla de ruedas.

Finalmente, el día 22 de enero, con todas las pruebas acumuladas, se procedió a la detención del sospechoso, el cual alegó que su padre había atentado contra su propia vida.

TRIPLE DELITO

En el curso de la investigación se pudo determinar que el menor presenta un historial que le había llevado a acaba en los servicios de la Generalitat para los jóvenes que no han cumplido aún los 18 años y que protagonizan hechos delictivos o de violencia. En este caso, se averiguó que había tenido un comportamiento violento con su propia familia.

De esta forma, el menor está acusado del triple delito de asesinato en el ámbito familiar, incendio y violencia en el seno de la familia, que será visto por un juzgado especializado en la capital aragonesa y por el que podría ser internado en un centro especializado.