Ejea, que se halla inmersa en plenas fiestas patronales en honor de la Virgen de la Oliva, vivió ayer una situación similar a la de Huesca los pasados Sanlorenzos una denuncia por supuesta agresión sexual.

En el caso de la villa ejeana, ha sido una menor de edad la que ha denunciado que un joven de 17 años se abalanzó sobre ella y le realizó tocamientos sin su consentimiento en un lugar en el que en ese momento había otras personas de su edad.

El hecho fue denunciado sobre las tres de la tarde en el puesto de la Guardia Civil de Ejea por uno de los progenitores de la menor, sin que hayan trascendido más detalles sobre lo sucedido. Solo se sabe que el supuesto agresor cumplirá próximamente los 18 años, con lo que alcanzará la mayoría de edad.

Sin salir del campo de los delitos sexuales, la magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Monzón, encargada de la investigación de la supuesta violación sufrida por una joven de 17 años en las fiestas de Binaced (Huesca), acaba de archivar de forma provisional la causa judicial. A través de un auto, la jueza Blanca Rodríguez señala que la investigación llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Huesca, ha sido «exhaustiva», incluso llegando a intervenir la unidad especializada de la Sección de Análisis del Comportamiento Delictivo, si bien todo ello no ha permitido determinar la autoría ni, por consiguiente, arrestar al sospechoso.

RECURSO

La acusación particular, ejercida por Javier Vila Rubí, anunció ayer que recurrirá el auto de sobreseimiento provisional por «falta de autor conocido», ya que en una notificación del pasado 27 de agosto la misma jueza aprobó practicar seis pruebas más, entre ellas la de ADN.

En su resolución, la magistrada destaca que para intentar esclarecer estos hechos se ha tomado declaración a la víctima, recabando testimonios «de cuantos testigos se hallaban en el lugar» y se ha practicado la inspección ocular del mismo. Los investigadores llegaron incluso a realizar un retrato robot con los datos aportados por la supuesta víctima y abrieron hasta cinco líneas de trabajo. A pesar de todo ello, tal y como resalta la magistrada, «la víctima manifestó no poder reconocer al autor de los hechos, ofreciendo una mínima descripción del mismo».

Aunque ha sobreseído provisionalmente la instrucción, la magistrada asevera que está a la espera de las pruebas del ADN, «que serán esenciales a la hora de determinar la autoría de los hechos denunciados». De ser los resultados negativos, este caso podría cerrarse definitivamente por falta de autor.

Esta agresión se produjo, según publicó este diario, sobre las 5.30 horas en las afueras de la localidad a la que había acudido la joven, junto a unos amigos, para disfrutar de la fiesta, ya que no reside en dicho municipio. La menor fue abordada por el sospechoso cuando estaba sola en un campo de árboles frutales cercano a donde había ido por una urgencia. La agredió sexualmente con tal violencia que le provocó lesiones. No se conocían de nada y la joven no fue drogada con ninguna sustancia que la sometiera. La denuncia la interpuso tras ser atendida por los sanitarios, como marca el protocolo de actuación.