El joven que anteayer fue arrestado por quemar siete contenedores en Zaragoza quedó ayer en libertad tras declarar ante la jueza especializada en Menores. Aseguró que era inocente y que fue detenido en los alrededores de uno de los incendios porque acababa de salir de casa de unos amigos y estaba haciendo tiempo mientras fumaba.

Ante la magistrada y su abogada defensora, Soraya Laborda, manifestó que no tenía por qué huir de la Policía, pero que se asustó y que por ello intentó esconderse entre dos coches.

La Policía Nacional que intervino le requisó un móvil en el que vio que había fotografías de los contenedores ardiendo. El joven afirmó que había inmortalizado el incendio para enseñarlo a sus amigos del colegio.

Una cuestión que no aclaró fue por qué en el momento de su captura llevaba las manos manchadas de hollín. Durante el cacheo le hallaron dos mecheros.

A este muchacho se le imputa la quema de siete depósitos de basura y de cuatro vehículos. No obstante, el recientemente creado subgrupo de contenedores de la Jefatura Superior de Policía en Aragón investiga si el joven puede estar detrás de otros actos vandálicos similares. En el caso de resultar condenado, sus padres están obligados a pagar los daños ocasionados.

Por ello, la jueza firmó un oficio en el que se autoriza a la Policía Científica a realizar un análisis del terminal para esclarecer estos hechos.