Un joven de 17 años y vecino de Caspe permanece ingresado en la unidad de cuidados intensivos (uci) del hospital Miguel Servet de Zaragoza, después de que sufriera un ataque con un ácido corrosivo. La Benemérita busca al autor, que iba encapuchado.

Los hechos que investiga la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Zaragoza tuvieron lugar el pasado viernes sobre las 15.00 horas cuando el menor, de origen marroquí, regresaba a casa procedente del IES Mar de Aragón. Estaba en las proximidades de la vivienda, en la calle Garia, cuando una persona encapuchada le roció con un líquido. No medio palabra alguna.

Fueron tales los gritos de dolor y de pedir ayuda, que el hermano de este chico de 17 años fue rápidamente a socorrerle y a pedir ayuda. Una patrulla de la Policía Local de Caspe fue la primera en atender al menor, que en un primer momento fue trasladado con urgencia al hospital de Alcañiz (Teruel). No obstante, la gravedad de las heridas llevaron a los sanitarios a pedir el traslado al hospital Miguel Servet de Zaragoza. Antes de que cayera la noche, un helicóptero medicalizado del 112 se desplazó a Alcañiz y de ahí a la capital aragonesa, donde permanece este joven.

Según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, el ácido le provocó quemaduras en el 70% de su cuerpo, si bien su evolución es favorable dentro de la gravedad.

PESQUISAS

La Guardia Civil trata ahora de identificar y localizar al autor de este ataque, ya que, tras cometerlo, salió corriendo y se perdió por las estrechas calles del casco histórico de esta localidad perteneciente a la comarca del Bajo Aragón-Caspe.

Los agentes mantienen abiertas todas las hipótesis, desde un ajuste de cuentas por una cuestión de drogas o por un tema amoroso. La premeditación y la alevosía con la que actuó hace pensar a los investigadores que tanto el agresor como el joven de 17 años se conocían. La presencia de algún testigo, así como el análisis de las redes sociales y el móvil de la víctima pueden aportar luz a este extraño caso. Por el momento, la Guardia Civil no ha podido tomar declaración a la víctima, debido a su débil estado de salud.

El alcalde del municipio, Jesús Senante, se mostró muy sorprendido por esta agresión porque «somos una localidad muy tranquila». «Espero que no desestabilice la vida de los caspolinos y el miedo se extienda en unas fechas en las que estamos con los primeros actos para representar el Compromiso de Caspe», destacó.

«Si hubiera sido por la noche o en el transcurso de una pelea podría entender que hubiera más preocupación», añadió el primer edil, que confía en que la Guardia Civil resuelva pronto este caso y dé con el autor.

Caspe cuenta con una población de unas 10.000 personas, siendo una de las ciudades más pobladas de la comunidad autónoma, destacando por una criminalidad baja. La mayoría de los asuntos instruidos por la Guardia Civil giran en torno a los robos y las drogas.

El último caso de agresión grave tuvo lugar en noviembre del 2016 cuando un vecino del municipio resultara herido de gravedad tras recibir dos disparos en pleno centro, entre la plaza de España y el ayuntamiento.