La Audiencia Provincial de Zaragoza juzgó ayer a puerta cerrada a Óscar Eduardo H. C., un exempleado de una empresa de mensajería al que una clienta acusó de haber abusado sexualmente de ella al ir a entregar un paquete a su casa. Fiscalía y la acusación particular piden para él 9 años de cárcel, una pena agravada porque la víctima tiene una discapacidad psíquica del 34%.

Tras la vista, ambas acusaciones mantuvieron su solicitud inicial, al considerar que los diversos testimonios, sobre todo el de la víctima, habían corroborado sus sospechas. El letrado de la acusación particular, José Manuel Marraco, declinó comentar el desarrollo de la vista.

Por su parte, el abogado defensor de Óscar Eduardo H. C., el penalista José Cabrejas, mantuvo igualmente su petición de absolución, aunque alternativamente ofreció al tribunal una condena mínima, teniendo en cuenta que ha pagado la responsabilidad civil que pedía el fiscal. Son 4.000 euros, 3.000 menos de lo que solicita la propia víctima.

Según reiteró esta ayer, el mensajero fue a llevar el paquete a casa pero al entrar comenzó a preguntarle cosas como qué edad tenía, si estaba sola o si tenía novio. Tras cerrar la puerta, la llevó hasta el sofá y le quitó la ropa de cintura para abajo, para intentar penetrarla. Según certificaron ayer los forenses, no hubo acceso carnal como tal, aunque sí alguna lesión compatible con un intento.

Al no lograr su propósito, el mensajero habría pedido a la mujer que le masturbase y le besara el pene, para acabar satisfaciéndose él mismo.

Las acusaciones dieron credibilidad al testimonio de la víctima, sostenido ayer. Recordaron que, según los informes psicológicos, su retraso mental no le impide resistirse a este tipo de actos por completo, pero sí merma considerablemente su capacidad de reacción.

Según fuentes jurídicas consultadas, la víctima incurrió en algunas contradicciones durante su testimonio, como el haber dicho antes que ya conocía al mensajero de otras entregas y ayer, que era la primera vez que lo veía. En cualquier caso no bastaron para que el fiscal dudara lo suficiente para rebajar su petición de cárcel inicial.