«Espectacular» ha sido uno de los adjetivos más utilizados en la inauguración del renovado Mercado Central, que hoy, por fin, tras dos años de obras, abre sus puertas a los zaragozanos. Los actos del miércoles -uno por la mañana y otro por la tarde- estaban reservados para los detallistas y las autoridades, pero muchos zaragozanos quisieron acercarse para intentar descubrir qué es lo que estaba pasando en el interior de la lonja modernista.

A las 12.00 horas el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, visitó los renovados puestos, que lucían su mejor cara, repletos de género y con un aspecto completamente renovado, mucho más modernos, grandes y luminosos. Desde la calle, ahora, se puede observar todo lo que se cuece en el interior gracias a las cristaleras que lo recubren y que permiten que la luz se cuele por todos los rincones del mercado. Azcón destacó entonces el papel «dinamizador» de «esta joya del arte modernista en nuestro país y del patrimonio que tiene Zaragoza» y ha asegurado que «revitalizará el Casco Viejo» y actuará como «un nuevo motor urbanístico y turístico».

Entre los detallistas abundaban las sonrisas. Ayer era su día, sin clientes, ya que a partir de hoy toca trabajar. Fotos, cánticos, aplausos y hasta alguna que otra botella de champán eran lo habitual en los nuevos mostradores. Fuera, mucha gente intentó colarse a lo largo del día, y muchos se amontonaron en las vallas para intentar ver lo que estaba pasando dentro del edificio. «Tenemos la sensación de haber llegado por fin a la meta», decía Esther Pérez Albuixach, carnicera y vicepresidenta de la Asociación de Detallistas.

En la pollería Mamá Tere se vivió uno de los momentos más emotivos de la mañana. Allí, las actuales dueñas del puesto esperaban a su madre, que hasta hace dos años trabajaba en el Mercado Central. «No le hemos dejado que vea nada hasta hoy. Igual le da algo», contaba una de las hermanas. Cuando Tere llegó al puesto las lágrimas se hicieron inevitables.

Lo impactante llegó por la noche. A las 20.00 horas los al rededores del Mercado Central se llenaron de gente para contemplar un vídeo que se proyectó en la fachada del edificio que da a las murallas romanas. Las imágenes repasaron toda la historia de la lonja desde sus inicios modernistas hasta la actual reforma. El vídeo duró cinco comedidos minutos, pero cosechó el aplauso de todo el mundo que lo contempló. Estas proyecciones volverán a repetirse los días 6 y 7 de febrero a partir de las 22.00 horas en varios pases.

En ese momento se abrieron las puertas del edificio para dar paso a las autoridades, encabezadas por Azcón pero también por Pedro Santisteve, exprimer edil de la ciudad e impulsor de la renovación del mercado durante su mandato. Azcón quiso agradecerle, en múltiples ocasiones, a Santisteve el trabajo que comenzó ZeC y que ahora los populares, junto con Cs, han rematado. La renovación del Mercado Central contó con el consenso de todos los grupos municipales en su momento, y puede que por eso las caras de los políticos fueran de amabilidad. Después de una recreación histórica de la inauguración del mercado en 1903 y de dos espectáculos, hubo tiempo hasta para brindar. Tras la fiesta del miércoles, el jueves, por fin, el Mercado Central ya es de los zaragozanos.