El Mercado Central de Zaragoza ya luce su cubierta original tras las obras de rehabilitación que comenzaron a mediados de junio y que dejarán al descubierto la estructura completa. Entre las tareas que están en marcha destacan las labores de limpieza con las que pretenden recuperar el color origina del mercado de abastos, que se inauguró en 1903. Un trabajo que no está siendo nada fácil ya que hay hasta 14 capas de pintura. Está previsto que a finales de este mes finalicen los trabajos de demolición de los puestos antiguos, los que se construyeron en 1982. La reforma de la estructura costará 8,7 millones, a los que habrá que sumar el montaje de los puestos que lo elevará a más de 15.

El alcalde, Pedro Santisteve, declaró ayer en su visita a las instalaciones que buscan transformarlo en un «mercado moderno atractivo para los jóvenes».