La aragonesa Mercedes Gallizo, que ayer fue nombrada directora general de Instituciones Penitenciarias, se propone abrir nuevos centros penitenciarios, una medida que considera "imprescindible para mejorar la situación de las prisiones españolas". "Conseguir que los centros penitenciarios sirvan realmente para rehabilitar a los presos y reinsertarlos en la sociedad va a ser mi empeño", afirmó Gallizo, que la pasada legislatura fue diputada por el PSOE en las Cortes y delegada del Gobierno de Aragón en Madrid.

Para ello, la nueva directora de Instituciones Penitenciarias apuesta por "construir nuevos centros que ayuden a paliar la saturación, diseñar políticas específicas para los reclusos extranjeros, generalizar las unidades de desintoxicación de drogodependientes, potenciar el trabajo en las prisiones y construir nuevos centros de inserción social".

"La saturación en las prisiones, como ocurre en la de Zuera por ejemplo, es ahora mismo un problema acuciante, pues el PP no incrementó el número de plazas penitenciarias existentes, sino que se limitó a terminar los centros que había planificado el PSOE", señaló Gallizo, que estudia "construir nuevos centros al margen de los cuatro que están actualmente en distintas fases de ejecución". "Las 66 prisiones con que cuenta España, exceptuada Cataluña, son claramente insuficientes".

MASIFICACION "Las prisiones --comentó-- cumplen una doble función de custodia y rehabilitación, y lo cierto es que la masificación actual dificulta mucho el tratamiento individualizado de los presos con vistas a su reinserción social".

"La reinserción, junto con la erradicación del consumo de drogas en el interior de las prisiones --subrayó-- son fundamentales, pues un alto porcentaje de los reclusos son delincuentes reincidentes que cometen delitos para satisfacer su adicción a las sustancias estupefacientes. Hay que romper el círculo vicioso droga-delincuencia-reincidencia y por eso me propongo generalizar las unidades técnicas de desintoxicación y deshabituación".

Mercedes Gallizo se mostró partidaria de "mantener la actual política de dispersión de los presos de ETA". "Esta medida --añadió-- no puede cambiarse porque no es gratuita, sino que obedece a un pacto de Estado destinado garantizar la seguridad de los ciudadanos".

La directora general, que reconoce que tiene ante sí "una tarea hercúlea", trabajará asimismo para que "los extranjeros, que suponen el 25% de la población reclusa, reciban un tratamiento específico que tenga en cuenta factores como el idioma o el desarraigo familiar".

Con respecto al problema de la sanidad en las prisiones (los presos de las cárceles del Estado son atendidos en hospitales autonómicos), la política aragonesa manifestó que "la solución se buscará negociando con todas las comunidades autónomas.

Gallizo no quiso pronunciarse sobre la reinvidicación de construir un nuevo centro penitenciario en Teruel. "Sé que el existente presenta deficiencias --dijo--, pero no quiero tomar una decisión hasta tanto no haya visitado la prisión".

La potenciación del trabajo en las cárceles será otro de los ejes de la política que la nueva responsable se propone llevar a cabo. "Me consta --declaró-- que la infraestructura de talleres está infrautilizada y es preciso dinamizarla hablando con empresarios".

Mercedes Gallizo, que inicialmente figuraba en la lista del PSOE al Congreso y quedó al margen de la misma antes de las elecciones, piensa que "cuando ganas unos comicios, siempre es más importante estar en el Gobierno que en el Parlamento, pues es donde se pueden hacer realmente cosas y, en este sentido, el puesto que me han dado supone para mí una oportunidad extraordinaria".