Las cuestiones hídricas siempre son espinosas en Aragón. Sin embargo, todos los sectores implicados han comenzado un proceso de diálogo con el fin de alcanzar una posición común a la hora de reclamar infraestructuras al Gobierno de España y una gestión más eficiente. Pero los recelos iniciales y el desacuerdo quedaron patentes ayer en la primera sesión de la comisión negociadora de la que debería salir la actualización del Pacto del Agua. El proceso parece que irá para largo y por el momento solo se ha pactado (por unanimidad) la composición de las comisiones en las que se analizará cada fleco pendiente.

A pesar de todo, el consejero de Agricultura de la DGA, Joaquín Olona, manifestó que desde el departamento esperan lograr una «consenso total» antes del fin de la legislatura para renovar el Pacto del Agua. Por su parte, Riegos del Altoaragón no ocultó su malestar por el diálogo que ahora comienza y los colectivos ecologistas no descartan recurrir a la mediación profesional para avanzar en cuestiones que ven prioritarias, como el cambio climático que ya afecta a los regadíos que están en marcha.

Comisión del Agua / JAIME GALINDO

Olona reconoció que para poder desarrollar el Pacto del Agua hace falta cerrar un marco común que evite la judicialización de algunas infraestructuras. De hecho, que los tribunales hayan tumbado el desarrollo del pantano de Biscarrués es uno de los principales puntos de fricción del encuentro. El presidente de Riegos del Altoaragón, César Trillo, ya ha dejado claro que se levantará de la mesa cuando se aborde el asunto, pues considera que la presa es irrenunciable para avanzar en los planes de regadío. «Estoy aquí como presidente de la Federación de Regantes del Ebro y exclusivamente voy a hablar de temas referentes a la cuenca del Ebro, no estoy aquí como presidente de Riegos del Alto Aragón, por lo que cuando se toquen esos temas yo me levantaré y me iré, yo no quiero entrar en el debate de los ríos del Altoaragón, ni del Gállego ni del Cinca», aseguró. Este encuentro llega después de que en mayo el Tribunal Supremo rechazase un recurso de los regantes confirmando la sentencia del 2017 que anuló el anteproyecto de Biscarrués y su declaración de impacto ambiental.

El portavoz de los colectivos ecologistas, Luis Tirado, reclamó «soluciones» al entender que todo lo relacionado con el agua es «muy importante en la comunidad». Y no descartó que se tenga que recurrir a un profesional de la mediación. «Estamos convencidos de que se puede lograr un acuerdo», dijo.

Olona espera el acuerdo antes del fin de la legislatura. Por el momento van a comenzar a trabajar los responsables de las comisiones que abordarán cada uno de los puntos en conflicto.