El PSOE y Chunta se vistieron ayer de Gobierno en la capital aragonesa y, ante la inacción de Zaragoza en Común (ZeC), anunciaron ayer la convocatoria de la primera reunión de la mesa de debate sobre el futuro del rastro en la ciudad. En plena vorágine por las polémicas suscitadas en el Arrabal y Romareda ante un posible aterrizaje de la venta ambulante los miércoles, procedentes del parking Sur de la Expo en La Almozara -de donde estos quieren salir-, los dos partidos de izquierdas en la oposición decidieron tomar el mando. Para atajar la «crispación» generada en cada propuesta, ya sea en el entorno del estadio de fútbol, en la explanada de la Estación del Norte o la de Macanaz.

La concejala socialista Lola Ranera y la nacionalista Leticia Crespo comparecieron juntas para anunciar la convocatoria, para el próximo día 18 (a las 18.00 horas), que van a hacer llegar a todas las partes implicadas en este debate. Los comerciantes, los representantes de estos puestos (que ese día, en teoría, trabajan porque es miércoles, curiosamente), los coordinadores de área y responsables de servicios implicados, los grupos municipales y, si lo desea, también ZeC.

El sitio pensado para constituir este grupo de trabajo, «la sala de Gobierno». Una petición registrada ayer y respondida también ayer, por el jefe de gabinete de Alcaldía, Iván Andrés, desestimándola porque esta se reserva para las reuniones de Gobierno y de los consejos de administración de las sociedades y patronatos. Aún así, se mantuvo, a la espera de que ZeC rectifique.

Para Ranera, los ciudadanos están «dando una lección» al Gobierno, ya que están asistiendo a sus «ocurrencias» con «mucha comprensión» pese a que «se están estrellando con el muro» de ZeC. «Venta ambulante sí, pero no así», añadió recordando uno de los eslóganes que ya circulan. Quieren «dignificar» el rastro, que lo entienden como «parte de la ciudad», y «darle una salida» a Santisteve, al que le piden que atienda los problemas por el tráfico, los estacionamientos o la inseguridad. Desean «profundizar en esta herida» y cerrarla.

Crespo incidió en que ZeC presenta «especulaciones que generan incendios en los barrios enfrentando a vecinos con comerciantes», porque «se ha empeñado en trasladar la crispación a la calle». En la calle, en la plaza Eduardo Ibarra, estuvo ayer el portavoz del PP, Jorge Azcón, apoyando a los vecinos de Romareda en su rechazo al posible regreso del rastro.

La vicealcaldesa, Luisa Broto, respondió que todo es «ruido informativo» y que se están estudiando 31 propuestas, para tomar una decisión que será, aseguró, «común» tras este estudio integral para dar respuesta a una «demanda histórica», la del rastro, que siempre da «un chute de vida» a la zona donde se instala, dijo la concejala.