La mesa de mediación propuesta por el Justicia de Aragón, Ángel Dolado, para abordar el ruido y los problemas derivados del ocio nocturno en Zaragoza concluyó ayer con buenas sensaciones entre las partes convocadas: vecinos, hosteleros y administraciones. No obstante, la nueva ordenanza municipal que regulará este asunto, actualmente en tramitación, fue uno de los puntos discordantes en una reunión en la que las partes buscaron soluciones sin culpables ni sanciones.

La impresión de Dolado sobre esta cita es que resultó «bastante positiva», a la vez que destacó que se trata de la primera vez que se juntan todos los agentes afectados. A su vez, detalló que como Justicia solo ha establecido «el campo de juego» para que los implicados hallen las soluciones y consideró que todos observaron la necesidad de una nueva ordenanza, aunque con distintas versiones. Un problema que deriva de «cómo conciliar derechos fundamentales, como la salud pública y el derecho a la intimidad con la libertad empresarial».

Miguel Morte, representante vecinal, destacó que todas las partes han reconocido la necesidad de una nueva normativa, algo que para su colectivo es urgente.

José Luis Sanz, vocal de la plataforma de ocio nocturno de Cafés y Bares, indicó que cualquier iniciativa para solucionar el conflicto «está bien» pero consideró que existen «incongruencias» en el borrador de la normativa.