Enrique Villar está viviendo «por partida doble» el «desamparo» que sufren los autónomos tras la declaración del estado de alarma. Él regenta una tienda de electrodomésticos en Alcañiz y su mujer un restaurante en la misma localidad. «Los ingresos que entran en casa se van a desplomar este mes», lamenta Villar, que aún no sabe si va a poder acogerse a la prestación por cese de actividad.

«Como trabajé hasta el día 14 todavía no sé si mis ingresos serán un 75% inferiores a los de la media de los últimos seis meses», comenta. Además, su situación es algo especial porque al vender electrodomésticos los primeros días del estado de alarma pudo seguir vendiendo. «Luego ya nos aconsejaron desde las asociaciones que representan al sector que cerráramos y atendiéramos solo urgencias como averías de neveras o lavadoras», explica el comerciante.

La crisis sanitaria les ha cogido además en una temporada «fuerte». «Los productos tecnológicos suelen ser regalos recurrentes en las comuniones y el restaurante de mi mujer tenía cerradas varias comidas», subraya Villar, que lamenta que su mujer ha tenido que hacer un ERTE para ocho personas.