«El peor virus está siendo el miedo». Es una afirmación que comparten sindicatos, empresas e Inspección de Trabajo, los destinatarios de las numerosas quejas, dudas y consultas que existen entre los trabajadores acerca de cómo deben de protegerse frente al coronavirus si tienen que salir de casa por razones laborales. La crisis sanitaria ha tensado al máximo el ambiente en los centros de trabajo que siguen en activo, bien por tratarse de servicios esenciales o por que las empresas han optado por seguir en funcionamiento al no afectarles los cierres decretados por el estado de alarma. Esto ha dado lugar a denuncias sobre la falta de medios y medidas suficientes de protección.

El malestar es patente sobre todo entre quienes tienen que romper el confinamiento en sus hogares para ir a trabajar en actividades que no son imprescindibles en este momento. Esto ha originado situaciones de conflicto en algunas empresas, como la ocurrida la semana pasada en la fábrica de BSH de Montañana, donde los trabajadores se rebelaron por la falta de medidas de higiene y obligaron a parar la producción. En la empresa logística Dachser, ubicada en la Ciudad del Transporte, el comité ordenó la paralización de la actividad por percibir un riesgo grave e inminente para la plantilla, al amparo de la Ley de Prevención.

Este último caso, el único de este tipo registrado por ahora en Aragón, requirió la intervención de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSSS), que levantó la paralización tras la adopción de ciertas medidas. El goteo de denuncias ante este organismo por posibles incumplimiento en las medidas de prevención frente al covid-19. «La prioridad en estos momentos es atender las denuncias que se plantean y dar una respuesta coordinada con el Gobierno de Aragón y Salud Publica», explicó el director de la Inspección en Aragón, Román Garcia,

Ante una denuncia de este tipo, la autoridad laboral informa sobre las pautas y medidas que deben aplicarse. Y si la reclamación procede de una empresa con contagios, se decretan medidas de aislamiento y contención.

SERVICIOS DE PREVENCIÓN

Desde la ITSS reconocen que existe cierta confusión en el mundo laboral. «Hay que tener tranquilidad y evitar los pánicos infundados», subrayó. En este sentido, recordó que las recomendaciones marcadas por las autoridades sanitarias para los trabajadores de una actividad ordinaria --es decir, que no sea un lugar crítico como un hospital o centro de mayores-- son los mismo que para toda la ciudadanía Entre estos criterios el distanciamiento prudencial entre las personas o extremar las acciones de higiene y desinfección. También se insta a reducir el nivel de actividad en la medida de las posibildiades e implantar para ello el teletrabajo y medidas organizativas.

Si no se respetan estas normas básicas, deben de ser los servicios de prevención las empresas los competentes para analizar la situación y fijar las medidas especificas a adoptar en cada caso.

MASCARILLAS SI O NO

Las empresas cuya actividad se considera ordinaria, es decir, que no tiene un alto riesgo de contagio del coronavirus, no están obligadas a dotar a sus trabajadores de equipos de protección individual (EPI), aunque hay empresa que por decisión propia si lo hacen y facilitan mascarillas, guantes o gafas. Este punto ha sido motivo de conflicto en muchos centros de trabajo, debido además a la escasez de este tipo de materiales. Desde los sindicatos recalcan que aunque las mascarillas no siempre son necesarias -en función de las tareas a realizar y el riego al que se expone-, estas pueden ayudar a generar sensación de mayor seguridad al trabajador y reducir así su nivel de ansiedad.