Cuando la Guardia Civil descubrió quiénes estaban detrás del asesinato de un vecino de Getxo en Pedrola y del asalto violento de otros dos hombres se percató de que uno de los miembros de la banda criminal no había que ir a detenerlo, ya que estaba en la cárcel cumpliendo condena por impagar una multa. Era José Antonio Meléndez. Ayer este hombre declaró por primera vez sobre estos hechos ante la instructora del caso a la que negó formar parte de la conocida como la banda de las citas del Badoo.

Por videoconferencia desde el centro penitenciario Castellón I, este hombre manifestó a la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Zaragoza que usó la tarjeta de crédito de la primera víctima de esta organización criminal, pero negó saber el origen de la misma.

Afirmó que su amigo de Vinaroz Mohamed Achraf fue quien le dio esa Visa, pero que en ningún momento miró el nombre que ponía en la misma perteneciente a un vecino de La Almunia. Afirmó, según fuentes consultadas por EL PERIÓDICO, que le estaba haciendo el favor de sacar dinero. No pudo hacerlo porque el cajero de la entidad bancaria de Bantierra en Gallur inmovilizó dicha tarjeta.

Una admisión de hechos que se vio obligado a realizar, ya que las cámaras de seguridad de dicha caja le grabaron. A ello se sumó el estudio de las imágenes realizado por la Guardia Civil que comparó con fotografías de las redes sociales de José Antonio Meléndez.

RELACIÓN

En ellas se podía observa una foto en la que este hombre demostraba que era amigo de los otros dos miembros de la banda, Candy Arrieta y Mohamed Achraf, que estaba en el momento del asalto a la primera víctima en Pedrola y que usa las mismas zapatillas deportivas que aparecen en las grabaciones. A ello se suma un tatuaje en uno de los tobillos que también se registró.

Ante esas evidencias, José Antonio Meléndez reconoció el uso de la tarjeta, si bien lo que rechazó, a preguntas del abogado de la víctima, José Cabrejas, fue que participara en el atraco y en las torturas que sufrió el camionero vecino de La Almunia. sufrió el camionero vecino de La Almunia.

Frente a ello está la declaración de ese hombre ante la Guardia Civil un 29 de julio del 2019.Este explicó que había conocido a una chica a través de la web de contactos Badoo con la que concertó una cita en Gallur.

Hasta la localidad perteneciente a la comarca de la Ribera Alta del Ebro acudió con su coche (que estaba desguazado el día de la detención de los sospechosos en el interior de la nave que empleaban como sala de torturas). Recogió a la chica, que estaba sola al lado de la carretera, pidiéndole ir a casa de su abuelo a recoger una chaqueta. Él aceptó.

Fueron por un camino de tierra hasta una vivienda, momento en el que le pidió que apagase las luces del vehículo. Cuando las encendió «porque le daba miedo la situación» vio cómo dos hombres se acercaban, lo sacaban del coche y le ataban con unas bridas las muñecas y las piernas. También le ataron con una cuerda desde las manos a las piernas para que no se pudiera mover.

Como este vecino de La Almunia gritaba, le pusieron una cinta americana en la cara y el cuello y le amenazaron con un cuchillo en el cuello. Le llevaron a un descampado apartado donde le torturaron con una pistola eléctrica hasta que consiguieron que les diera las claves de sus tarjetas. Tras conseguirlas y quitarle otros objetos personales como un reloj, fue abandonado en medio del campo. Malherido siguió una luz que vio en el horizonte que provenía de una casa, donde le ayudaron.

Durante la declaración, la magistrada María José Bello le preguntó a José Antonio Meléndez hasta cuándo iba a estar en la cárcel cumpliendo condena. Este hombre explicó que el día 31 de este mes de enero está previsto que sea puesto en libertad. Ante ello es probable que la instructora haga una comparecencia para decretar la prisión provisional, situación en la que están los otros dos detenidos. la prisión provisional, situación en la que están los otros dos detenidos.Faltaría un cuarto miembro por arrestar.