-En su toma de posesión como presidente de la Diputación Provincial de Huesca (DPH) abogó por una legislación que discrimine positivamente a los municipios pequeños, ¿en qué sentido están perjudicados?

-Lo fundamental sería que cuando surgiera alguna legislación, estatal o autonómica, que también tiene mucho que decir, tuviera en cuenta la repercusión demográfica en todos los territorios a los que va afectar, del mismo modo que se hacen informes medioambientales, por ejemplo. Hay que valorar que lo que es bueno o funciona en una gran ciudad no tiene por qué hacerlo en un pueblo, donde puede no favorecer el asentamiento de la población. Por ejemplo, las políticas de vivienda, en las localidades más pequeñas hay mucha pero no hay mercado de alquiler, no se fomentan los precios asequibles que puedan atraer a la población joven a asentarse allí, que es lo que se busca.

-¿En materia económica, no le parece bien que la limitación de gasto o manejo de recursos sea igual en todas las entidades?

-A nivel legislativo está bien que se exija un control de gasto, pero no se pueden hacer planteamientos generales como el de la ley de contratos públicos, en el que parece que todos seamos grandes administraciones. No se puede comparar, por ejemplo, la propia DPH con un pueblo de 200 habitantes. Si la tramitación es igual para los dos, en el pequeño hay un ahogo, y tenemos muchas quejas de la saturación administrativa municipal, que es difícil solucionar en 200 municipios. Habría que tener una discriminación positiva para las tramitaciones, porque es imposible optimizar más el sistema de secretarios municipales, en muchos ayuntamientos ya es un gasto mancomunado y un solo secretario lleva varios. Si los cargamos más de burocracia, llegará el bloqueo total, ya estamos llegando a él.

-¿Siente que en cuanto a la despoblación se habla más de lo que se actúa?

-Nosotros llevamos muchos años hablando del tema y hemos activado una serie de programas para fijar a la población, más allá de los servicios que son nuestra competencia, que también los prestamos. Por ejemplo el fomento del cultivo de la trufa, un programa de alquiler de vivienda de renta baja, la extensión de la banda ancha para poblaciones de 20 habitantes o más. En definitiva, la generación de economías, directas o complementarias, que ayuden al emprendimiento y a fijar población.

-¿Y otras administraciones arriman el hombro?

-Es cierto que en el discurso hay mucho apoyo, pero cuesta que lleguen fondos de otras administraciones. Yo estoy de acuerdo en que el Gobierno de Aragón presta servicios importantes y básicos contra la despoblación como la educación y la sanidad, y que faltan fondos en todos los sitios, pero lo que hace falta es activar la economía para generar servicios, no llegar solo a lo que se tiene que prestar por obligación. La DPH hace inversiones que no le corresponden, como el instituto de Castejón de Sos, porque creí- mos que era fundamental, pero no acaban de llegar los fondos desde Madrid y la Unión Europea.

-¿Confía en que haya un nuevo Gobierno socialista en la DGA y se solucione el tema de los bomberos?

-No tengo ninguna duda de que habrá un Gobierno socialista, y es un tema que se va a resolver, pero no solo aquí, en todo el territorio. Nosotros seguimos avanzando en mejorar el servicio, pese a que es un asunto judicializado, y estamos en contacto con comarcas y sindicatos. Esta misma semana tendremos una reunión con las comarcas para fijar un compromiso de apoyarlas y hacernos cargo de la financiación del servicio independientemente del proceso judicial. Pero espero que a su vez avancemos en la creación de un servicio único en la comunidad autónoma, lo que no significa que las diputaciones no lo financiáramos, no es quitárnoslo de encima.

-¿Confía en que se solucione el asunto de la reversión de los saltos hidroeléctricos?

-Pienso que es un asunto a largo plazo, hay distintas batallas legales contra la actual situación y las políticas de restitución a los territorios, prácticamente inexistentes, que podrían jugar un papel importante en el actual problema demográfico. Se están planteando reformas en el Parlamento nacional, y yo soy partidario de que en estos asuntos haya grandes consensos, si los partidos de verdad se creen su propio discurso sobre el territorio. Por ejemplo, eliminar la tasa de transporte de energía en las zonas donde esta se produce, aparte de lógico, es una medida que no supone mucho dinero a nivel general pero puede ser un factor importante de atractivo para la instalación de empresas en estas zonas que tienen menos población.

-Usted que ensalzó el papel de la política en su discurso de toma de posesión, ¿cómo ve los problemas de gobernabilidad en España y las negociaciones en Aragón?

-Creo que hoy en día ha cambiado el planteamiento, es cierto que con el bipartidismo era más sencillo. Yo soy partidario de llegar a acuerdos, escuchar las razones del otro, y esto igual la nueva política no lo acaba de ver. Nadie tiene la verdad, es necesario el entendimiento para resolver conflictos.

-¿Le preocupa el futuro de las diputaciones con los nuevos discursos que atacan la multiplicidad de administraciones?

-No me preocupa, siempre tendrá que haber una Administración de segundo grado apoyando a las más pequeñas que no tengan tantos recursos ni poder económico. Si no es con esta fórmula será con otra, se llamarán de otra manera, o se podrá cambiar el sistema electoral por uno directo, como en los consejos insulares, pero el papel de las diputaciones siempre va a ser necesario