Las suaves temperaturas de la tarde han hecho que miles de familias hayan salido a la calle para dar la bienvenida a los tres Reyes Magos, que han viajado desde Oriente para participar en multitud de Cabalgatas que han recorrido toda la geografía aragonesa.

En Zaragoza, sus Majestades de Oriente han aparecido "por arte de magia" en un espectáculo que ofrecía el mago Jorge Blas en la plaza del Pilar de la capital aragonesa.

Los tres Reyes han surgido tras una lluvia de serpentinas con la que el mago finalizaba su programa, lo que ha provocado una intensa ovación por parte de la multitud que se había congregado en la plaza.

Tras atender a los medios de comunicación y recoger las cartas de algunos rezagados, sus Majestades se han dirigido al Colegio Joaquín Costa para, acompañados de una comitiva de quinientas personas, recorrer el centro de la ciudad y regresar de nuevo a la plaza del Pilar para adorar al niño Jesús del Belén.

Han abierto la cabalgata los noticieros que anunciaban la llegada de los Reyes, a los que seguían el buzón para recoger las cartas de los más retrasados, así como personajes vestidos de época del siglo XIX cantando villancicos, un tranvía antiguo, bandas de música y una carroza en la que viajaba el Capitán Garfio que ha gustado mucho a los más pequeños.

Un grupo de ocas, de carros tirados por mulos y un par burros han precedido a las carrozas de los tres Reyes, que este año han viajado una tras otra y que han desatado el furor de los más pequeños.

Una locomotora llena de carbón cerraba esta comitiva que ha sido presenciada por miles de personas que se agrupaban hasta en diez filas en las calles y llenaban los balcones de las vías por las que transitaba.

Antes de la cabalgata, los Reyes han querido visitar a los niños ingresados en el Hospital Clínico, al que han accedido por medio de una escala de los bomberos que les ha dejado rectamente en la 5ª planta y mañana entregarán sus regalos personalmente a los pequeños del Hospital Miguel Servet.

El buen tiempo también ha acompañado en Teruel, con lo que se ha vivido una animada cabalgata gracias, sobre todo, a la participación de entidades sociales y vecinales tanto con sus propias carrozas como con actividades a pie de calle con percusionistas, malabares o bailarines, e incluso el Club Voleibol Teruel ha asistido con su propio carruaje.

Los Reyes Magos se han intercalado en el desfile con unos vistosos coches tirados por caballos aunque algo deslucidos por falta de iluminación.

El público turolense se ha volcado este año con el desfile que lo ha presenciado a lo largo de todo su extenso recorrido, casi de punta a punta de la ciudad.

A la provincia de Huesca los Reyes llegaron por la mañana, por lo que aprovecharon para esquiar un ratito y anticipar algunos de los regalos a las gentes que hoy disfrutaban de un día de nieve.

Mucha afluencia de público ha tenido también la comparsa de la capital del Alto Aragón, donde la "magia" de los Reyes ha hecho que hiciera buen tiempo y todo haya podido funcionar, como ha explicado a Efe la concejala de Cultura, Genma Allué, quien ha señalado que el mal tiempo de ayer obligó a suspender el montaje de luz y sonido del espectáculo y se ha tenido que hacer por la noche.

Como cada año el momento más esperado ha sido la salida de los Magos de Oriente al balcón de la Casa Consistorial para lanzar su mensaje para el nuevo año, traducido a lenguaje de signos, al que ha seguido un espectáculo de luz y sonido y varias actuaciones musicales.

Los jacetanos también han podido disfrutar de la presencia de los Reyes ya que la borrasca de lluvia y viento que ayer hizo temer al alcalde por el desfile se ha disipado y se ha podido celebrar la cabalgata.