La Semana Santa puso su punto y final ayer con las tradicionales romerías que cada año congregan a cientos de personas. El Lunes de Pascua es tradición visitar los santuarios del Pueyo en Barbastro, La Alegría en Monzón, San Quílez en Binéfar y La Bella en Castejón del Puente. Un evento típico de las comarcas del Somontano, La Litera y el Cinca Medio que tiene siglos de historia.

El llamado Día de la Alegría es la fiesta más popular en el municipio de Monzón. Más de 7.000 personas acudieron ayer al cerro y la ermita de la Virgen de la Alegría para pasar por el camarín de la Virgen, tocar la campana y almorzar en compañía de amigos y familiares. Se trata de uno de los días grandes de esta localidad que año tras años reúne a miles de personas.

La jornada comenzó a las 8.00 de la mañana con la apertura del camino del romero. Los romeros fueron recibidos en la explanada de la Cruz, donde pudieron degustar huevos fritos con longaniza, roscón y vino, como marca la tradición. La fiesta, de tinte religioso, contó con la presencia del Obispo de la diócesis Barbastro-Monzón, Ángel Pérez.

El próximo año se estudiará la posibilidad de ofrecer la misa al aire libre para que puedan seguirla todos los asistentes.

En Barbastro y Berbegal se dio ayer el pistoletazo de salida al periodo de romerías al monasterio de El Pueyo, que finalizará en mayo. Van a participar más de 50 localidades de la Comarca de Somontano y de la Hoya de Huesca que mantienen esta tradición que data del año 1101.

El acto de ayer estuvo presidido por el canónigo representante del cabildo de la Catedral, José Mairal, los alcaldes de Barbastro y Berbegal, Antonio Cosculluela y José Carlos Boned.

Cuenta la historia que la tradición de las romerías comenzó cuando al pastor Baladrán se le apareció la virgen María en el monasterio. El pastor corrió hasta Barbastro para comunicárselo a sus vecinos, quienes no le creyeron hasta que vieron una marca en su cara. Desde entonces, se celebra este ascenso para rendir honores a la Virgen.

Binéfar es otra de las localidades en las que los romeros celebran el lunes de Pascua con el ascenso a la ermita de San Quílez. A las 9.30 de la mañana comenzó la andada desde la plaza España, amenizada por una charanga.

También en Castejón se visitó la ermita de La Bella, donde se celebró una misa cantada por la coral local y se realizó una comida popular con todos aquellos que asistieron.

En la mayoría de los municipios las romerías se amenizan con actividades complementarias al ascenso y destinadas para todos los públicos. Además, culminan con una comida popular en la propia ermita.

Esta histórica tradición ha logrado congregar cada lunes de Pascua a miles de personas para celebrar una fiesta que sobrepasa lo religioso ya que se ha convertido en un evento de unión y cultura popular en los municipios aragoneses.