Miles de plantas de albahaca impregnarán el aire de Huesca de su agradable aroma, a la vez que pintarán todavía más de verde al municipio durante estas fiestas de San Lorenzo. La ligazón tradicional entre estos vegetales y la ciudad viene de antiguo y raro es encontrar a un vecino que no cuente con una mata.

Precisamente, desde la floristería La Albahaca estiman que, fácilmente, se cultiven 10 o 12.000 matas. «Todo el mundo que tiene huerta tiene una maceta de albahaca plantada», destacan. En su caso, explican que por su establecimiento contarán con cerca de medio millar de ellas. Además, los responsables de la floristería relatan la historia de este vegetal que llegó desde la India de la mano de los romanos, quienes la introdujeron en muchas zonas de la península ibérica tras invadirla. Esta civilización gustaba de disponer las matas en la entrada de las casas, ya que lo asociaban con la buena suerte y espantaba a los mosquitos. Sin embargo, su relación con San Lorenzo la sitúan en la leyenda que dice que se utilizó para mitigar el olor cuando el patrón de Huesca fue quemado en la parrilla.

Al mismo origen legendario aluden desde el vivero Huerta Barbereta, donde este año llegaron a plantar entre 6.000 y 7.000 matas de albahaca, de las que regalan el 60%. Los ejemplares que cultivan son de hoja intermedia y los consideran de Huesca, ya que no se ven en otro lugar. Al respecto, explican que la simiente parte de los vegetales del año anterior, por lo que «siempre es la misma» variedad. «Conservamos la semilla de hace muchos años», matizan, a la vez que destacan que dejan unas 200 matas en la tierra para, precisamente, conseguir simientes para el siguiente año.

Además, indican que se trata de un producto que utiliza la hostelería oscense. Sobre todo, tiene uso en lo que respecta a la pastelería para elaborar uno de los postres propios de las fiestas de San Lorenzo, el helado de albahaca.