Se deshojó la margarita: Zaragoza se verá abocada a la prórroga presupuestaria. El apoyo a las cuentas que hoy dará Chunta a la propuesta que puso sobre la mesa en solitario el Gobierno será insuficiente ante la negativa manifestada ayer de forma palmaria por la militancia de Izquierda Unida a dar luz verde al presupuesto para el 2015. El 72% de los que votaron en la consulta a la que la formación de izquierdas en el consistorio había fiado el sentido de su voto así lo manifestaron. Solo el 27,3% opinaron que debían apoyarse y el 0,7% emitió un voto en blanco.

Un resultado que, según fuentes oficiales de IU, se explica por los "incumplimientos del Gobierno socialista en ejercicios anteriores", como en este del 2014 con la modificación normativa de la ordenanza que regula la tasa de basuras, con la que se pretendía que las grandes empresas que tenían recogida propia pagaran más y que nunca llegó a materializarse, o los pagos que todavía no se han realizado en este ejercicio a entidades que desarrollan una importante labor social. Pero también ha influido, añadieron estas mismas fuentes, que su militancia "ha valorado como insuficiente el grado de cumplimiento de las enmiendas presentadas".

62% DE PARTICIPACIÓN

Acudían a la votación conociendo que solo el 60% de las mismas saldrían adelante hoy, con un problema técnico en 35 de ellas que llevó a Intervención a no admitirlas y pese al esfuerzo in extremis del PSOE por reconducir algunas de ellas, que llega tarde y sin capacidad de convencer a quienes decidían. Y, a su juicio, tampoco era una cuestión de número --por sus más de 350 afiliados en la capital--, sino de valoración. Así que tampoco importa que la participación fuera del 62%.

Su posición en la votación que hoy se celebra en la Comisión de Economía y Hacienda era determinante. Con Chunta Aragonesista completamente volcada en el después de que el Gobierno municipal haya decidido incorporar más del 90% de sus enmiendas. Eran 7,1millones en partidas que iban a dirigirse a objetivos como el mantenimiento de colegios, la lucha contra la pobreza infantil o la revisión del plan intermodal de transportes.

Pero el Gobierno municipal tampoco ha sido en esta negociación el mismo que en ejercicios anteriores. De hecho, el PSOE ya parecía intuirlo. No solo por la ironía con la que abordaba el vicealcalde Fernando Gimeno por la mañana el referéndum al que estaba citada la militancia de IU --"he pasado por la sede para ver si había mucha cola", bromeó--, sino porque aseguró que aunque se rechace hoy el presupuesto en la comisión, volverá a llevarlo al pleno. Si allí también se rechaza --y no tendría sentido ahora que IU cambiase la voluntad de su militancia--, la tan criticada nueva ley de bases le concede una potestad, a partir de enero, que le permitiría aprobar ese mismo presupuesto en solitario. Y quizá así salvaguardar a las entidades que "tendrán que rescindir contratos" si no había presupuesto, como alertó ayer él mismo.

Pero Gimeno descartó hacerlo. "Sería una barbaridad desde un punto de vista democrático. Uno se preguntaría para qué sirve esto de votar. Es una competencia del pleno y, siendo el presupuesto la norma básica de funcionamiento de un ayuntamiento, lo deben aprobar los ciudadanos", en este caso, la mayoría de los ediles que les representen.