La dirección del PSOE estará obligada a preguntar a sus militantes ante eventuales pactos de Gobierno y el sentido del voto en la investidura del candidato de otro partido en todos los ámbitos (estatal, autonómico y local). La ejecutiva socialista ha aprobado este lunes un borrador que se enriquecerá con las sugerencias de las federaciones y se validará el próximo sábado, en el Comité Federal que se celebrará en Aranjuez.

Con los cambios, el líder, Pedro Sánchez, se blinda ante los dos factores que más le han erosionado: levanta un dique de contención ante pugnas internas como la que mantuvo con Susana Díaz y deja en manos de las bases la espinosa decisión de favorecer o bloquear la gobernabilidad de otro partido, lo que evitaría desgarros como el producido frente a la investidura de Mariano Rajoy. De este modo, pierden peso también los líderes territoriales, al tiempo que blinda la Ejecutiva federal.

El nuevo reglamento aglutina el grueso de las promesas que hizo Sánchez durante su campaña para revalidar la secretaría general. La más significativa es la decisión de abrir los cauces de participación de las bases, que deberán ser consultadas obligatoriamente en estas dos circunstancias: las alianzas de Gobierno y las investiduras ajenas.

POSIBILIDADES AMBIGUAS

En el resto de ocasiones, la dirección es libre de consultar o no y la norma se limita a establecer que en ocasiones de «especial relevancia se pueden convocar consultas a la militancia», pero no se fija obligatoriedad ni se definen situaciones específicas. No se cita, por ejemplo, la posibilidad de una moción de censura contra el presidente del Gobierno.

Las nuevas reglas fijan un sistema de doble vuelta en primarias a la secretaría general, siempre que haya más de dos concurrentes. Los candidatos que tengan un cargo orgánico, deberán dejarlo en suspenso, para que no exista uso en beneficio propio. De este modo, de haber estado en vigor en los recientes procesos congresuales, barones como Javier Lambán o la andaluza Susana Díaz tendrían que haber abandonado su puesto al frente de la secretaría general. Se podrá votar en urna y, en ocasiones --que no están fijadas de antemano-- también de forma telemática. Además, la nueva norma establece en un máximo de 90 días el plazo en el que una gestora puede pilotar el partido.

El secretario general podrá permanecer en el cargo durante tres mandatos completos consecutivos. En el caso de Sánchez, su primera etapa al frente del PSOE no contaría puesto que ni la completó ni ha sido ininterrumpida. El cese del líder queda también delimitado. Hasta ahora, era suficiente con la aprobación de más del 50% del Comité Federal. Con el nuevo reglamento, ese veredicto deberá ser además obligatoriamente refrendado o tumbado en una consulta a los militantes.

Este borrador también regula el comportamiento de la militancia en las redes sociales, que se articulará a través de un código de conducta. También se controla el uso del nombre del PSOE, que no podrá ser utilizado para hacer promesas falsas.