Una de las características de estas primarias es que todos los militantes de Aragón podrán elegir al candidato a la Alcaldía de Zaragoza. De este modo, alrededor de los 6.500 militantes del PAR (además de sus juventudes y los alcaldes y candidatos de todos los municipios) podrán votar al alcalde de la capital. Biel justificó esta decisión por la "trascendencia" de esta ciudad, que considera "una asignatura pendiente", si bien es cierto que de este modo se puede controlar desde la dirección un proceso en Zaragoza ciudad, donde la militancia es más crítica con la actual dirección. En 1999 los aragonesistas zaragozanos vivieron unas primarias, a las que optaron Fernando Labena, Francisco Bentué y Santiago Palazón. El primero fue elegido el candidato.