Un militar zaragozano que regresó recientemente a España tras participar en la misión en Irak protagonizó el pasado martes en un incidente en su domicilio en el que llegó a efectuar un disparo con su arma reglamentaria. El implicado fue ingresado en el hospital Militar, ya que, al parecer, sufría una crisis nerviosa.

Los hechos ocurrieron poco antes de las cuatro de la tarde, cuando una mujer solicitó ayuda al servicio del 091 de la Policia porque su marido la estaba amenazando en la vivienda familiar en el Actur y temía por su integridad física.

Efectivos policiales se desplazaron inmediatamente al lugar de los hechos en la creencia de que se trataba de un nuavo caso de violencia de género. Cuando llegaron a la vivienda comprobaron que el implicado había causado importantes daños en el mobiliario y había efectuado un disparo al aire con una pistola.

La mujer explicó que, desde que había regresado de la misión militar en Irak, su marido se encontraba muy nervioso y que consumía excesivo alcohol, habiéndose producido episodios de malos tratos psicológicos contra ella. El incidente de ese día había sido provocado tras una discusión ente la pareja que estaba relacionada con la economía familiar.

Según explicaron fuentes policiales, la afectada se negó a presentar una denuncia contra su marido, pese a que fue informado de sus derechos por una letrada que le facilitó el Servicio de Atención a la Mujer. Sin embargo, solicitó a los agentes que localizaran al jefe de su unidad militar para que se le ingresara en un pabellón psiquiátrico.

HOSPITALIZACION El implicado fue trasladado en una ambulancia al hospital Militar, donde ayer continuaba ingresado con una evolución favorable, según se informó en medios sanitarios, mientras la Policía intervenía la pistola utilizada para pasarla al depósito de armas de la Guardia Civil.

El militar es un subteniente destinado en el centro sanitario castrense de Zaragoza y ya es un veterano en misiones fuera de España, donde ha formado parte de otras tres expediciones en Bosnia y Kosovo. "Es un profesional con una larga experiencia, muy avezado y que nunca ha protagonizado ningún incidente con anterioridad", explicó un allegado al suboficial.

Esta misma fuentes manifestó su extrañeza por los hechos, ya que el afectado "pasó sin ninguna dificultad las minuciosas revisiones que se le hicieron al regresar de la misión en Irak y, en las últimas semanas, no había dado ninguna muestra de alteración en su carácter ni de agresividad. Hasta ahora se había comportado con absoluta normalidad, pero desconocemos su conflicto familiar".

Al no haber denuncia, no se han instruido diligencias penales, aunque el suboficial está sujeto al régimen militar disciplinario por un presunto uso indebido de su arma reglamentaria.