El personal sanitario --especialmente el de enfermería-- del Royo Villanova lo está pasando mal. Y eso que su estado de ánimo ha mejorado ligeramente en los últimos días. A ello habría contribuido la formación recibida, su dedicación exclusiva a ella y el conocimiento más exhaustivo tanto del protocolo como del propio virus. Aunque las propias profesionales señalan que una de las principales ayudas que han recibido desde que el Royo Villanova fuera designado el único centro de referencia para acoger casos de ébola ha llegado desde el estamento militar.

A finales de la pasada semana, dos médicos especialistas en tratamiento de riesgos nucleares, biológicos y químicos de la Unidad Militar de Emergencia (UME) de Zaragoza se personaron en el centro hospitalario para instruir al personal sanitario y, sobre todo, transmitir cierto grado de tranquilidad y confianza. Los miembros del cuarto batallón aconsejaron, indicaron y aleccionaron, pero, sobre todo, se esforzaron en transmitir un mensaje de serenidad. "Su visita bajó considerablemente el nivel de ansiedad de las compañeras", admitieron desde el propio hospital.

Divididas en turnos y ante la atenta mirada de sus supervisores, las enfermeras se colocan y se retiran el traje sin cesar. Lo hacen en las propias habitaciones destinadas a acoger posibles contagios que ya tienen instaladas las cámaras de vigilancia y los monitores. Los 1.000 trajes más encargados por el Salud llegarán entre hoy y mañana.