Un tercio de los alumnos universitarios de nuevo ingreso que solicitan beca al Ministerio de Educación no obtienen la ayuda. Así lo expone el último informe de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) La Universidad española en cifras, con datos del curso 2015-16. Según el estudio, 2.617 alumnos que entonces empezaron un grado en una universidad aragonesa presentaron instancia para obtener ayuda económica del Estado, lo que supone algo menos de la mitad (5.826) de los universitarios totales de nuevo acceso. 1.712 obtuvieron éxito en su solicitud, pero 905 se quedaron sin beca.

En lo que al total de becados, Aragón contó ese curso con 5.561 alumnos de grado con la ayuda concedida. 9.073 la solicitaron, lo que supone que a algo más de 3.500 universitarios se les denegó la petición.

Las becas del ministerio se erigen en el principal refuerzo económico para los alumnos universitarios. De hecho, de los 19 millones de euros que conforman el total de becas concedidas a alumnos universitarios en Aragón -17,4 en estudiantes de grado y 1,6 para postgrado-, más de 15,5 procedieron del Estado. El resto lo aportaron el Gobierno autonómico y la propia universidad.

El curso 2012-13, el Gobierno central endureció los criterios exigidos para solicitar beca y estableció la obligación de aprobar como mínimo la mitad de las asignaturas matriculadas. Ahora se impone tener una nota de 5,5 para acceder a la beca general -para las complementarias, la puntuación media necesaria se eleva al 6,5-.

Precisamente, la CRUE urgió ayer, en la presentación del informe, a reformar el sistema de becas porque, desde la aplicación de los nuevos requisitos para acceder a una beca, más de 70.000 alumnos españoles de enseñanzas de grado por curso han visto alteradas sus expectativas de acceso a las ayudas.

Los rectores reiteraron que España mantiene uno de los niveles de precios públicos más elevados de la Unión Europea y uno de los más bajos de becas y consideraron que el actual modelo para el acceso a la condición de becario (incluye requisitos de notas y umbrales de renta) ha supuesto una «exclusión discrecional» de colectivos que, pudiendo legalmente matricularse en estudios universitarios, «se les niega total o parcialmente la posibilidad de solicitar ayudas de carácter económico». Todo ello «está provocando una merma en el principio de igualdad de oportunidades y, a la vez, se está produciendo un ahorro próximo a los 70 millones de euros por año en el gasto público correspondiente al epígrafe de acceso a becas para el conjunto del sistema universitario español», aseguraron.

Además, los rectores resaltaron la «brusca caída en la capacidad económica de los beneficiarios» de las becas. En el último trienio, estos alumnos han visto cómo sus dotaciones se reducían hasta valores del curso 2006-07, pues la financiación media de los becarios ha pasado de los 3.256 euros del 2012-13 a los 2.649 euros en el 2015-16 (unos 600 euros menos); y la dotación de los becarios desde 2011 a 2015 ha bajado un 24,21%.

El presidente de los rectores, Segundo Píriz, afirmó que el sistema español de becas es de los «más débiles» de la UE.