El Ministerio para la Transición Ecológica y el Gobierno de Aragón firmaron este viernes el protocolo de actuación para la elaboración del Convenio de Transición Justa, que ya cuenta con más de 82 propuestas de proyectos de reactivación para la zona. Este documento actúa como garantía para los diferentes actores y para los ciudadanos de las zonas afectadas por la transición energética y, en ellos, las diferentes Administraciones se comprometen a un trabajo conjunto.

Este texto desembocará, una vez se sustancie su elaboración participada por los agentes del territorio, en la firma del Convenio de Transición Justa para Aragón.

El 27 de febrero se celebró en Andorra la reunión de lanzamiento del proceso de participación pública para la elaboración del Convenio de Transición Justa de Aragón. Al acto asistieron 75 representantes de las administraciones central y autonómica, ayuntamientos, empresas, sindicatos, asociaciones ecologistas, grupos de acción local y de desarrollo rural, ONG, y centros educativos y de investigación, entre otros. Su objetivo era permitir a los agentes económicos y sociales de la zona afectada por la transición energética que formasen parte activa del proceso de transformación económica en su territorio, aportando iniciativas que serán la base sobre la que se elaborará el Convenio de Transición Justa para la zona.

No obstante, con la declaración del estado de alarma a causa de la crisis sanitaria originada por la covid-19, todos los plazos administrativos se han suspendido, incluidos los de este proceso de participación. Pero el ministerio ha remarcado que la situación de emergencia sanitaria no ha impedido a los diferentes agentes seguir realizando sus aportaciones «y son ya 82 las propuestas remitidas por empresas, ayuntamientos, gobierno autonómico, administraciones comarcales, asociaciones empresariales y ONG, entre otros».

De los proyectos recibidos, un número significativo está relacionado con la transición energética y, en particular, con iniciativas para la puesta en marcha de instalaciones de producción de energías renovables --fotovoltaica, eólica o biomasa-- y con el refuerzo de la cadena de valor renovable a través de proyectos para la fabricación de componentes, la formación o la logística. Otros nacen de la tradición minera de la zona.