El Ministerio del Interior ya ha iniciado la construcción del edificio que albergará el futuro Centro de Inserción Social (CIS), ubicado cerca de la ciudad de Huesca, y que se destinará a acoger a reclusos en régimen abierto y a los arrestos de fin de semana. Estos reclusos ocupan todavía el edifico de la Prisión Provincial y serán trasladados al nuevo centro cuando finalicen los trabajos.

El acuerdo suscrito entre el Ayuntamiento de Huesca y el Ministerio de Interior prevé el cierre definitivo y demolición de la antigua prisión oscense. Además, el pacto también contempla la puesta en marcha de una actuación urbanística con la construcción de un bloque de viviendas y la habilitación de nueva zona verde en el barrio del Perpetuo Socorro de la ciudad, donde estaban ubicadas las viejas instalaciones carcelarias. El nuevo edificio se ubicará en la carretera de Apiés, en una parcela colindante al vivero provincial.

El futuro Centro de Inserción Social, ejecutado a partir de un proyecto-tipo diseñado por la Administración central para esta clase de edificios, dispondrá de dos plantas y una capacidad máxima para veinticinco reclusos en situación de tercer grado, un aforo suficiente según las previsiones de Interior.

EL PROYECTO La entrada en servicio de la macrocárcel de Zuera, en el límite de las provincias de Huesca y Zaragoza, provocó el traslado de la mayor parte de población penitenciaria de la prisión oscense, a excepción de los reclusos de tercer grado y de un reducido grupo de funcionarios que permanece en el centro para su gestión.

El proyecto de demolición del edificio, un antiguo hospital psiquiátrico, provocó un recurso por parte del Colegio de Arquitectos de Huesca en el que se calificaba el inmueble de singular y se solicitaba su rehabilitación y adaptación para servicios diversos.

La organización política de CHA en Huesca reclamó, asimismo, la conservación del antiguo recinto penitenciario para su transformación en la sede de un futuro Centro Aragonés de la Imagen.