La ministra de Defensa, Margarita Robles, calificó ayer de «lamentables» las condiciones de vida que tienen los más de 3.000 militares que residen en la base San Jorge de Zaragoza, durante su primera visita oficial a la capital aragonesa desde que ostenta su cargo. «Huela a cañerías. Esto no lo querríamos en ninguna de nuestras casas», expresó la responsable de Defensa, mientras conocía las instalaciones del edificio 108, un inmueble residencial levantado en 1988 que tiene capacidad para albergar a más de 60 personas, pero que únicamente dispone de tres duchas en funcionamiento.

«Están viviendo en unas condiciones físicas que es imprescindible que se mejoren», indicó Robles, quien puso en valor el «esfuerzo y la dedicación» que están manteniendo los miembros de las Fuerzas Armadas destinados en esa zona para suplir las deficiencias de los servicios.

La ministra mostró su voluntad de revertir la situación mediante un plan que permita mejorar la calidad de vida de los cuarteles y que se materializará con medidas como la puesta en marcha de un centro de educación Infantil al que podrán acudir 84 niños, pero que ya ha recibido cerca de 400 solicitudes, según informaron fuentes militares.

Debido al gran volumen de profesionales que han pedido ya una plaza en la futura guardería, se establecerán unos criterios basados en el rango militar, el salario, la proximidad o el número de hermanos, de forma que se garantice el acceso a los profesionales con menos recursos.

OBRAS

El inmueble, que contará con un total de seis aulas, se ubicará en uno de los solares próximos a la base de San Jorge, pero el comienzo de las obras todavía está pendiente de la elaboración de un concurso público de adjudicación, lo que retrasará su apertura, al menos, un año y medio.

La responsable de Defensa aprovechó su visita a la base zaragozana para conocer a los más de 1.200 alumnos que estudian alguna de las carreras universitarias en la Academia General Militar y que la recibieron con honores en el patio central del edificio.

En la base de la capital aragonesa se encuentra ubicada actualmente la Brigada Aragón I; A ella pertenece, asimismo, el Centro de Adiestramiento San Gregorio, la Agrupación de Apoyo Logístico 41 y la Agrupación de Sanidad, así como la Unidad de Servicios San Jorge.

Robles les agradeció su compromiso de «responsabilidad, sentido de la disciplina y valores» que han adquirido con el objetivo de transmitir los ideales de «paz y libertad» por todo el mundo, una vez concluyan sus estudios militares.

La ministra aconsejó a los cadetes que aprovechen un «proceso vital, personal y profesional que les va a marcar toda la vida» y les dio la enhorabuena por el alto porcentaje de aprobados que atesoran las carreras de la Academia General Militar de la capital aragonesa.

El centro de estudios solo cuenta con un 13,9% de mujeres matriculadas, mientras que hay alumnos provenientes de países como Tailandia, Jordania y Colombia, así como estudiantes de intercambio de Alemania, Estados Unidos y Francia.

Tras su visita por las instalaciones, Robles se trasladó hasta la sede del Gobierno de Aragón en el edificio Pignatelli para mantener una reunión a puerta cerrada con el presidente de la comunidad, Javier Lambán.