El Ministerio de Fomento y su máxima responsable, la ministra Ana Pastor, por fin han accedido a poner fecha a la inauguración de la estación de Goya de Zaragoza. La contratista de las obras terminó el proyecto, en el que se han invertido más de 44,5 millones de euros, el pasado 12 de febrero, día en el que se hizo efectiva la entrega de los trabajos al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias.

Desde entonces lleva esperando esta infraestructura "fundamental" para la movilidad en Zaragoza y toda su área metropolitana (así la han definido todas las administraciones) a una puesta en servicio que no llega. Y todo por una foto oficial para la que es necesario cuadrar agendas: la de la propia ministra, que quiere aprovechar el estreno para visitar Aragón en su ronda de contactos con todos los territorios españoles; la del Gobierno de Aragón, ya que se va a intentar que la presidenta, Luisa Fernanda Rudi, esté acompañando a Pastor; y del Ayuntamiento de Zaragoza, cuyo alcalde, Juan Alberto Belloch, fue informado de la fecha el pasado miércoles.

Es una cuestión de agenda porque la fecha señalada para su puesta en servicio se ha ido moviendo en el calendario varias veces en los últimos dos meses. La última vez, este miércoles día 21, ya que se informó desde Fomento que se cancelaba la fecha anteriormente fijada "para la próxima semana", según informaron fuentes consultadas por este diario del propio ministerio. No pudo ser y se pospuso una semana más, al 3 de abril, un día antes al inicio de la Semana Santa.

REUNIÓN DE ZAV Mientras, al acto también se prevé que asista el presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Enrique Verdeguer, y de Renfe, Julio Gómez, aunque no está todavía confirmada su asistencia. Al menos eso comentaron las fuentes oficiales de ambos entes públicos, que no quisieron siquiera confirmar ni desmentir la fecha del 3 de abril.

Quizá porque en los últimos cinco meses, ya que el 14 de noviembre se abrieron las puertas de la estación para que los ciudadanos pudieran verla, prácticamente acabada, y ya entonces se barajaba ponerla en servicio antes de finalizar el 2011. Luego se sopesó el mes de febrero para un estreno que tampoco se produjo, a pesar de que las contratistas ya habían dado por finalizadas las obras. Y, finalmente, se pensó en la semana próxima como fecha tope. Pero se anuló nuevamente.

Mientras, la empresa constructora hace tiempo que abandonó la obra. Dejó solo a dos operarios colocando "elementos de detalle", como señalaron ayer desde Adif, y haciendo "las últimas pruebas técnicas". Aunque nadie sabe concretar cuáles. Y en realidad, se debe a que todo esté en perfecto estado para cuando llegue el acto oficial.

Eso no quita para que tanto retraso no conlleve un sobrecoste. Mínimo, tal vez, pero que está teniendo que asumir la propia contratista, que tiene contratada a una empresa de seguridad privada que debe tener vigilado el recinto día y noche.