Una de las primeras decisiones de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, al acceder al cargo hace dos meses fue abrir un proceso de diálogo social y político sobre el recrecimiento del embalse de Yesa. Siguiendo la propuesta defendida desde la DGA de buscar el consenso hidráulico en la zona, Narbona aceptó replantearse la obra. Y aunque inicialmente no tomó postura por ninguna de las alternativas existentes, hace escasos días --en París-- sí mostró su preferencia por la opción que defiende un recrecimiento menor que el proyectado.