La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, pidió a las eléctricas que actúen «de manera sosegada y sensata» y les ha invitado a ponerse «de acuerdo sobre los planteamientos en los que comparten intereses», unas declaraciones que surgen al calor del anuncio del cierre de la central de Andorra. En su comparecencia en la Comisión de Transición Ecológica en el Senado, Ribera, que la semana pasada visitó la localidad turolense, respondió así a una respuesta sobre la reunión que mantuvo este lunes con los máximos directivos de Iberdrola, Endesa y Naturgy para abordar el futuro de las nucleares en España.

Ribera indicó que las nucleares son «una pieza más del puzzle» sobre la visión de conjunto que recogerá el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima que está ultimando el Gobierno. Asimismo, subrayó que la reunión de este lunes, que según dijo fue a petición de las tres grandes eléctricas, no será «la última conversación» que tendrá el Ejecutivo «ni con ellas ni con ningún otro agente del sector».

Fuentes del encuentro indicaron que el Gobierno y las grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola y Naturgy) pusieron sobre la mesa en la reunión mantenida este lunes un cierre «escalonado» para las centrales nucleares en España, que será abordado «central por central», aunque de tal manera que nunca se produzca el cierre para ellas antes de 2025, pero con un horizonte para la clausura de 2035 o 2036.