El ministro de Educación, José Ignacio Wert, se sumó ayer a las numerosísimas voces sorprendidas por la decisión del Gobierno aragonés de suprimir la denominación de catalán a la lengua que hablan más de 60.000 habitantes de la comunidad al considerar que la llamada en la Ley de Lenguas recientemente aprobada, lengua aragonesa propia del Aragón oriental, rebautizada en Cataluña como lapao, "es nada", es lo "que tradicionalmente se ha llamado la lengua de la Franja o catalán". A juicio de Wert, con esta polémica "se ha creado un falso problema".

Tras afirmar en una entrevista en Catalunya Ràdio recogida por Efe que no quiere "líos" con Aragón por esta cuestión, señaló que se trata de una cuestión de legislación autonómica, y que él es "respetuoso" con las competencias de las comunidades autónomas. Y Aragón tiene la competencia para legislar, aunque en este caso podría vulnerar la Constitución, el Estatuto y normativas europeas. Wert considera que "con esto se ha creado un falso problema que se ha sacado de madre", y que la consejera de Educación y Cultura del Gobierno aragonés, Dolores Serrat, le explicó que lo que se ha hecho en Aragón es crear un mapa de prevalencia lingüística.

CHA, EN BRUSELAS Según este mapa, "y con esto la mayoría de los filólogos catalanes estarán de acuerdo, está la zona de Aragón Oriental, que es una de las cunas del catalán, y hay unas modalidades y hablas específicas", como ocurre en el Valle de Arán con el aranés, indicó el ministro.

El responsable de asuntos europeos de CHA, Miguel Martínez Tomey, ha hecho llegar al Consejo de Europa las negativas consecuencias que tendrá para el patrimonio lingüístico aragonés la puesta en marcha de la Ley de Lenguas.