Poetisa

Causó sensación con su anterior poemario Espejo negro , así que no nos sorprende que haya sido finalista de la XIX edición del concurso Hiperión (al que se presentaron más de 300 obras de España e Iberoamérica), con La bella durmiente . Esta gallega salió de su tierra con ocho años.

--¿Le satisface haber quedado subcampeona?

--Ja, ja. En realidad esto no es un campeonato de fútbol, pero tal y como funciona el Hiperión para mí es lo mismo primero que segundo. Es cuestión de cómo se haya puesto de acuerdo el jurado. Ninguno de los dos recibimos dinero, es de los pocos que no tiene remuneración económica...

--El mero hecho de concursar se lleva mal con la poesía, ¿no cree?

--En realidad cuando uno envía algo a un premio no está esperando que le digan si el libro es bueno o malo, se hace con vistas a la publicación y a una mayor difusión. Lo que diga un jurado no me importa...

--Vamos con un tópico: ¿el galleguismo es una categoría poética?

--Ja, ja. ¿Por qué?

--Porque todos los gallegos son poetas...

--No es cierto. Lo único cierto es que todos tenemos mucha nostalgia, mucha morriña, que hablamos llorando...

--¿La obra premiada sigue la misma tendencia que Espejo negro?

--No exactamente.

--Pues ya sabe que aquel libro me fascinó...

--Sí, y le ha ocurrido a mucha gente. Y sé que esperan algo similar. Si bien hay un fondo que es inevitable, sin embargo el tono es otro. Cada momento tiene lo suyo. De todas formas, yo creo que se me reconoce, lo que pasa es que a lo mejor la forma que toma la fuerza es otra...

--¿Es más alegre, quizás?

--No. Sólo soy alegre en persona. Escribo de lo que necesito escribir, y la alegría la vivo.

--¿Llegó su anterior obra a ciertas manos interesantes?

--Sí, Espejo negro ha sido traducido al italiano en edición bilingüe por una editorial de Roma, y ha tenido buena acogida crítica, he participado en varios congresos, voy ahora a Portugal a otro congreso, y he recibido numerosas felicitaciones...

--¿No cree que es una pena que la poesía tenga tan poca difusión?

--Sí, pero eso ya viene enfocado desde la educación; se educa a la gente a creer que la poesía es algo que no tiene que ver con sus vidas. El alto vuelo poético lo estropea todo. No es que la gente no sea capaz de valorarla. A mí me suele venirgente que me confiesa que no lee poesía, a decirme que le ha gustado.

--Pero tiene que estar contenta...

--Eso me dice todo el mundo. Estoy contenta y preocupada al cincuenta por ciento.