La mitad de las mujeres aragonesas con menopausia sufre algún tipo de enfermedad crónica como hipetensión o diabetes, mientras que el 13% presenta un nivel alto de síntomas relacionados con la menopausia como sofocos, sudoración, sequedad en la piel, retención de líquidos o insomnio. Así se desprende de una encuesta llevada a cabo en 135 farmacias aragonesas a 761 mujeres en edad climatérica para ayudarlas a mejorar su calidad de vida y promover una adecuada alimentación en este grupo de población.

El estudio, que forma parte del quinto Plan de Educación Nutricional por el Farmacéutico, centrado en la menopausia a través de una iniciativa del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y llevado a cabo en Aragón por los Colegios de Farmacéuticos de Huesca, Zaragoza y Teruel, indica que el inicio de la menopausia en Aragón se sitúa en los 48,8 años, mientras que en el conjunto de España aparece a los 49,3 años.

Con respecto a los hábitos alimenticios, el informe revela que casi un 47% de las mujeres en esta etapa de la vida presentan problemas de sobrepeso y obesidad. Más de la mitad (52,7%) reconoce tomar suplementos nutricionales --calcio, vitamina D o fitoestrógenos, entre otros-- para prevenir la aparición de síntomas asociados a la menopausia. Sin embargo la mayoría de las mismas --el 66%-- no sigue la dieta mediterránea, a pesar de los beneficios demostrados que puede tener en esta etapa de la vida.

LOS HÁBITOS

Para la vocal de Alimentación del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, Pilar Labat, este es un hecho "a corregir", ya que una correcta alimentación y unos hábitos de vida saludables "ayudan a evitar a un gran número de mujeres contraer osteoporosis, reumatismos o enfermedades psiquiátricas y por tanto contribuirán a mejorar sus condiciones de salud".

El tabaquismo es un hábito muy presente en las aragonesas en edad climatérica. De hecho, el 30% de las mujeres encuestadas declararon fumar una media de 12 cigarrillos al día. Un dato que ha llamado la atención de la vocal ya que está "muy por encima" de la media nacional (21%).

Mientras se realizaba este estudio entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre del 2013, la campaña se dividió en dos fases. En primer lugar, se formó a los farmacéuticos para actualizar sus conocimientos sobre la alimentación de la mujer en la menopausia, contemplando las necesidades de la premenopausia, la menopausia y la postmenopausa. Posteriormente, emplearon los conocimientos para transmitir al colectivo de mujeres las recomendaciones alimentarias más adecuadas para esta etapa de la vida.

INFORMACIÓN

De esta forma, el farmacéutico, desde su conocimiento sanitario, puede contribuir a informar y educar en materia de alimentación a todas aquellas mujeres en periodo climatérico que acuden a la farmacia, como por ejemplo ayudar a detectar las principales deficiencias que pueden aparecer e informar de cuáles son los nutrientes necesarios para estas etapas.