La mona de Pascua, bien en su versión tradicional o endulzada con chocolate, ha ganado adeptos en Aragón. "Yo he hecho sesenta de chocolate y cien de huevo y se ha vendido todo". Así lo decía ayer el presidente de la Asociación de Pasteleros de Zaragoza, Romualdo Romeo, que asegura que el fenómeno se repite en toda la ciudad. En realidad, la mona de chocolate llegó hace dos décadas pero ha calado fuerte entre los pequeños. "Este año, estaban de moda los personajes de ´Buscando a Nemo´". Distinto es el origen de la mona de huevo, que se consume en Aragón desde hace siglos y que tiene su continuación en las ´julecas´ de mayo, habituales en muchos pueblos.