El Monasterio de Piedra reivindicó ayer su apuesta por las prácticas medioambientales sostenibles en el Día Mundial del Medio Ambiente y recordó los principios de conservación del patrimonio artístico, cultural y natural que rigen este enclave desde su origen. El complejo ha ido adoptando las últimas tecnologías disponibles para ser más eficiente. Por ejemplo, en 1945 de una minicentral hidroeléctrica que aprovecha la energía generada por el río Piedra. En la actualidad, la calefacción y el agua caliente sanitaria se producen mediante una central de biomasa y cuenta con un sistema para la depuración de aguas residuales que permite mantener la pureza de las aguas.