El monasterio de Rueda, que pertenece a la red de hospederías del Gobierno de Aragón, no se ha visto afectado por el cierre al tráfico del puente de Sástago sobre el Ebro, que constituye la principal ruta de acceso para los viajeros procedentes de Zaragoza y muchas provincias situadas al oeste del cenobio.

«Afortunadamente, no ha habido cancelaciones ni en el restaurante ni en los alojamientos», señaló Joaquín Reboll, director del hotel. «A todos los que nos llaman les indicamos la ruta que deben seguir y que, para los que residen en Zaragoza, supone dar un rodeo de unos 40 kilómetros y tardar 40 minutos más de los habituales», agregó.

RUTA ALTERNATIVA

Así, según indicó Reboll, se recomienda a los clientes de la hospedería que, en lugar de desviarse de la N-232 Zaragoza-Alcañiz a la altura de Quinto, lo hagan a partir de Azaila. Esta alternativa obliga a circular por distintas vías secundarias.

«No sabemos cuánto durará esta situación», agregó Reboll, que precisó que estos días el monasterio registra la visita de numerosos zaragozanos debido a que en la capital aragonesa se celebra la fiesta local de la Cincomarzada, que en el sector de la enseñanza ha dado lugar a un puente de cuatro días.

Sin embargo, los usuarios del hotel procedentes de Cataluña, muy numerosos, no debe varias sus rutas de acceso al cenobio. La principal de ellas, que encauza todo el tráfico procedente de Barcelona ciudad, llega por la autopista AP-2 hasta Bujaraloz, donde es preciso salir para tomar la carretera autonómica que, desde esta localidad monegrina, baja hasta Escatrón, una vía muy poco transitada que atraviesa una amplia zona estepárea.

Con todo, en el sector turístico de la Ribera Baja del Ebro la clausura temporal del puente de Sástago ha causado una gran inquietud, pues supone cerrar el paso por la principal ruta de acceso a la mayoría de los pueblos de esa comarca.

UNA OBRA DE 1941

El rodeo por Escatrón es visto solo como un remedio temporal. Pero la DGA no adelantará una fecha de apertura hasta tanto sus técnicos no hayan examinado la estructura del puente, una obra de hormigón levantada en 1941, en plena postguerra española, y cuyo diseño se atribuye a los ingenieros Serrano Súñer e Igoa Moreno.