Situado en Sástago, en la Ribera Baja del Ebro, se encuentra uno de los conjuntos monásticos cistercienses más importantes construidos en Europa entre los siglos XII y XIII, el Monasterio de Rueda, que abrirá sus puertas al público la próxima semana en todo su esplendor y con elementos nunca vistos.

Nuestra Señora de Rueda es junto a Veruela y Piedra uno de los tres principales monasterios circenses de Aragón y Europa, pero a diferencia de estos, el de Sástago es el que conserva todos los elementos que permiten entender cómo vivían los monjes.

Ayer, en FITUR, en el Día de Aragón, el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, anunció la reapertura de uno de los emblemas del patrimonio histórico aragonés, y será una reapertura total, lo que convertirá a este conjunto cisterciense en el único que se podrá visitar en su integridad.

El comienzo de la construcción data del siglo XII, cuando el monarca Alfonso II otorgó el castillo y la villa de Escatrón al abad de Santa María de Juncería para que fundase allí un monasterio según las formas de la Orden del Císter.

En 1809 el monasterio fue abandonado ante la amenaza de las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia; una vez acabada la guerra, en 1814, los monjes volvieron al monasterio.

Como consecuencia de los decretos desamortizadores de Mendizábal, la comunidad de Rueda se disolvió, los monjes abandonaron el monasterio, sus bienes fueron vendidos y el propio edificio quedó utilizado para labores agrícolas; el patrimonio artístico quedó destruido o diseminado.

Entonces comenzó la degradación del conjunto y no fue hasta 1998 cuando el Estado traspasó la titularidad al Gobierno de Aragón con el compromiso de restaurarlo.

En 2003 el Monasterio abrió sus puertas al público y en 2014 se licitaron las visitas guiadas y la explotación de la hostelería, pero una serie de problemas con la concesionaria provocaron que dos años más tarde se cerrara la parte monumental.

Ahora, el Monasterio prepara la reapertura con un repertorio de novedades que no se habían podido ni observar ni disfrutar, como la torre, el sobre-claustro o la noria, creada por los monjes para abastecer la zona de agua.

José Luis Soro cuenta a Efe que tras año y medio cerrado, tras un tiempo de litigios y tribunales, por fin se ha recuperado la posesión del inmueble. Gracias a la empresa pública Turismo de Aragón, a partir de la semana que viene los visitantes podrán contemplar la parte monumental.

"Es un espacio que nos pertenece a todos", expresa Soro, quien no oculta su satisfacción por haber podido lanzar un anuncio en un marco como el de FITUR, en donde Aragón ha sido galardonada con el premio al "mejor stand" de las comunidades autónomas.

Habrá dos tipos de visitas con diferente duración y precio, y con la accesibilidad garantizada: se podrá disfrutar de una visita más breve de 45 minutos con un precio de tres euros y de otra de 90 minutos por cinco euros. Los niños menores de seis años entrarán gratis.

Asimismo, para las personas ciegas se ha preparado una maqueta del monasterio.

Soro ha resaltado la importancia de las visitas guiadas para poder llegar a entender lo que supuso el Monasterio.

"El patrimonio hay que preservarlo, pero no hay que conservarlo en una urna, sino que es para que se llene de gente, de vida, para que a través del patrimonio conozcamos nuestro pasado, ya que éste forma parte de nuestra identidad", expresa.

Así que en apenas unos días los turistas podrán deleitarse con la riqueza de una edificación que bebe del cister medieval, del mudéjar y hasta del herreriano.