Un grupo de monitoras de comedor entregaron ayer en Educación más de 2.700 alegaciones al proyecto que recoge la reducción del periodo mínimo entre las clases de mañana y las de tarde, que pasaría de 2 horas a 1 y media. El colectivo cree que la implantación reduciría su salario en un 25%, bajaría la calidad del servicio y no se harían actividades complementarias.