El Monasterio de Piedra es popular en toda España por su hermoso parque natural y también por una circunstancia concreta de su historia. Un monje procedente del cenobio, fray Jerónimo de Aguilar, ordenó enviar desde América (o las Indias, en aquello años) una pequeña cantidad de aquel exótico producto denominado cacao con la receta para preparar una estimulante bebida que los aztecas llamaban xocolatl.

Al parecer, la bebida que lograron era bastante amarga, por lo que alguno de los cocineros (el más glotón) decidió mejorarla con azúcar. El resto de la historia ya es conocida por todos.

En el interior del monasterio se puede visitar una curiosa exposición en la que se cuentan todos los secretos de esta bebida que endulzó la vida a los primeros habitantes del recinto.