El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, dio carpetazo a la reforma de la financiación autonómica. Esta reforma había sido una de las promesas del actual Gobierno y una reivindicación de todas las comunidades autónomas, también Aragón, por considerar que el sistema actual no garantizaba de forma proporcionada los recursos que perciben del Estado. Sin embargo, tras concluir el consejo de ayer, Montoro manifestó que el clima político actual no es el adecuado para abordar este asunto.

El clima político es "regular", dijo el ministro en la rueda de prensa posterior al Consejo de Política Fiscal y Financiera, en el que varias comunidades autónomas, entre ellas alguna gobernada por el PP, como Madrid, reclamaron la reforma. Cataluña, Astruias y Andalucía, así como Canarias, todas ellas muy críticas con la reunión de ayer, aprovecharon para oponerse a la reforma fiscal aprobada por el Gobierno y de la que ayer se informó a las comunidades.

EVITAR AGRAVIOS El ministro dejó claro que no piensa promover una discusión sobre el sistema de financiación que genere "agravios y enfrentamientos" entre las comunidades autónomas o entre las comunidades y el Gobierno. Y ahora, lamentó, existe "demasiada discusión, demasiado pensar en agravios comparativos". Estos agravios enfrenta incluso a comunidades del PP, ya que los criterios que demandan son distintos. Por un lado, tanto Castilla-León como Castilla-La Mancha están alineadas con Aragón, Galicia y Extremadura reclamando que se tenga en cuenta la dispersión, la despoblación y el envejecimiento. Un argumento contrario al que reivindican Baleares, Madrid, Valencia o Murcia.

No obstante, Montoro ha apuntado que "los climas cambian" y que, si en un futuro mejora, el Gobierno estará "encantado" de propiciar el debate. El ministro subrayó que el actual es el momento de la reforma fiscal y esa es la prioridad del Ejecutivo y, cuando termine el proceso, se podrá hablar de la tributaria autonómica. Por este motivo, Madrid reclamó ayer "anticipos y compensaciones", ya que se siente agraviada.

Por otro lado, las comunidades, al menos Canarias, Extremadura y Andalucía que ya lo tenían instaurado, se beneficiarán del impuesto a los depósitos bancarios, pues el Gobierno se ha mostrado partidario de que el tipo impositivo --que actualmente está en 0-- suba de forma moderada. El PP ha rechazado en ocasiones este impuesto, que en Aragón ha sido reclamado varias veces por la oposición, porque considera que las entidades bancarias lo gravarían a los ciudadanos.