La localidad de Monzón despide hoy la fiesta en homenaje a Guillem de Mont-rodón, una celebración que un año más ha vuelto a ser un éxito de participación y organización. Declarada de interés turístico regional, la ciudad despertó ayer en el siglo XIII, época a la que viajó para ver cómo se nombraba al nuevo Concejo de la Ciudad.

Hasta esta noche, cuando se produzca la despedida, Monzón revivirá algunos de los momentos más apasionantes de su historia, ligada a la de uno de los personajes que la marcaron como Guillem de Mont-rodón. La fiesta recrea los tres años que el rey Jaime I pasó con los templarios. Se vive en la calle, con desfiles, combates, pasacalles y danzas medievales. El alcalde de Monzón, Álvaro Burrell, asistió ayer al acto institucional del Homenaje a Guillem de Mont-rodón.

Con la apertura del mercado medieval y del campamento de recreación histórica dieron comienzo los actos matinales, a los que siguió el pregón del Concejo, el desfile de partida de las tropas y gentes de Monzón al encuentro del rey Jaime o los combates entre aragoneses y castellanos.

Hoy continuarán las actividades y la última escena será la Despedida del rey Jaime I, a las 19.30 horas, que servirá como antesala de la clausura del Mont-rodón, con la lectura de la carta del rey a Monzón y la interpretación del himno.