Numerosas personas salieron ayer a la calle en Zaragoza, Teruel y Ejea de los Caballeros para protestar contra la ley Mordaza y pedir su derogación al considerar que vulnera los derechos humanos.

Cuando se cumplen tres años de su aprobación, la ciudadanía denunció «una realidad represiva» y alertó de las «negativas consecuencias que han tenido sobre los derechos de las personas», sancionando conductas «que se deja en manos de la subjetividad de los representantes de la autoridad, entre ellas cosas como la falta de respeto a la policía o llevar una camiseta, cosas que no causan un daño físico real a nadie ni son violencia», dijeron.