La Iglesia de San Pedro de los Francos fue sometida en 1994 a obras de micropilotaje por amenaza de ruina --su torre ya se desmochó en 1840--. El estado de la colegiata de Santa María, que tuvo que ser apuntalada, empeoró seriamente por sendas fugas en la red general de aguas en 1986 y 1996, anegando los calustros y la nave. El antiguo colegio de los Jesuitas y actual sede de la UNED fue también apuntalado en 1995.

El mismo año, el asentamiento de la Fuente de los Ocho Caños sufrió un "colapso súbito" a causa del importante flujo subterráneo que circula en la zona y a posibles perdidas de agua.

Otros casos recientes de edificios con daños severos son la Colegiata del Santo Sepulcro, la Puerta de Terrer, la Iglesia de San Benito, los conventos de las Capuchinas y de las Religiosas de San Fancisco de Sales, la Puerta de Zaragoza o el antiguo cuartel de la Cuardia Civil. Lo mismo ha sucedido en edificios más modernos, algunos de apenas 30 años.