¿Cuál es la situación actual en el Sahara Occidental?

Nos encontramos en una situación de fin del alto el fuego que se había producido con la firma de un tratado con la ONU en 1991. El pueblo saharaui no puede aguantar más desafíos, más violación de los derechos humanos, torturas, ni el hecho de que nadie ponga las cartas sobre la mesa para buscar una solución al conflicto del Sahara Occidental después de 45 años.

Uno de los motivos por los que se cortó la carretera en Guergerat, la que utilizaba Marruecos para transportar mercancías, era llamar la atención sobre ese conflicto latente y pedir a la ONU que se celebre el referéndum de autodeterminación, tal y como se comprometió en 1991.

Es el último acto de la sociedad civil, que no puede aceptar que Marruecos siga expoliando el Sáhara ni transportando mercancías por un paso que está prohibido por la normativa de la ONU en la que se basó el alto el fuego. Se sentaron en la carretera y cortaron el convoy. Y Marruecos respondió atacando a esos civiles. Entonces, el Frente Polisario decidió poner fin al alto el fuego, pero esta guerra es totalmente impuesta, no es opcional. A nosotros no nos interesa en absoluto una guerra, puesto que ya hemos vivido una. Quien haya vivido una guerra jamás desea otra, pero no podemos estar en una situación de ni paz ni guerra, después de 45 años y de haberse firmado con mucha ilusión el convenio con la Minurso para organizar un referéndum para el Sáhara en 1991, que fue el motivo por el que se paró la guerra.

¿Qué pide la sociedad civil?

Un referendum en el que pueda decidir su destino. El pueblo saharaui ha aceptado incluso a través de la Minurso la alternativa de la autonomía, que es una propuesta de Marruecos, no nuestro, entre otras alternativas como la independencia o autodeterminación. Incluso, que ese referéndum sea a favor de Marruecos. Se han aceptado todas las propuestas marroquíes, incluso que los autóctonos nacidos en el Sáhara Occidental pueda votar. Aún así, Marruecos sabe que lo va a perder, y no ha aceptado jamás sentarse y negociar un referéndum.

¿Están decepcionados con la comunidad internacional?

Por supuesto que las Naciones Unidas tienen culpa de esta situación, porque han creado la Minurso y esta no ha hecho absolutamente nada, sino intentar normalizar la situación de conflicto y, como no hay escándalos militares, se normaliza. Y no podemos seguir en esta situación. El pueblo saharaui decide mantener esta guerra, aunque sigan las negociaciones. Porque ya no confía en la ONU. La comunidad internacional debe intervenir: España debe asumir su responsabilidad con el Sáhara Occidental.

¿Cómo valora la respuesta del Gobierno español y de la sociedad española?

Es totalmente distinta. La sociedad española está cien por cien con el pueblo saharaui. Con el programa de los niños de Vacaciones en Paz, el apoyo unánime en las manifestaciones que se hacen..._Pero nuestra necesidad no es la ayuda económica, ni que vengan los niños. Nuestra necesidad realmente es solucionar el conflicto político. Hemos tenido muchísima paciencia, y es hora de que el pueblo saharaui tome su propia decisión. Ahora se ha decidido continuar la guerra, que no nos alegra, pero tenemos que llegar a una solución, la única, que es el referéndum. ¿Hasta cuándo va a seguir el Gobierno español sometido a los chantajes de Marruecos?

¿Cómo llegan a decidir que tiene que continuar la guerra?

Es una decisión que hemos tomado con muchísima frustración y desesperación por las agresiones que ha sufrido el pueblo saharaui.

¿Con qué medios se ven frente a Marruecos?

La voluntad, la verdad, la dignidad y, sobre todo, sentirse respetados. Más que el material bélico, que también influye, creo que si el Frente Polisario ha decidido iniciar una guerra por frustración ante todas las instancias internacionales, es porque ha valorado la capacidad que tiene para hacerlo.

¿Cómo está la población?

Una parte de la población vive en los campamentos de refugiados y la otra, en las zonas ocupadas por Marruecos, que están divididos por un muro de 2.700 km, y no sé hasta qué punto es mejor la situación de unos u otros. En los territorios ocupados tenemos muchísimos activistas que se manifiestan y como respuesta reciben torturas y encarcelamientos. Después tenemos a nuestros presos políticos, que siguen en las cárceles marroquíes de forma injusta y solo por haberse manifestado hace diez años. En los campamentos, siempre va a hacer necesidades. Que vengan los niños en verano es un contacto precioso para la relación bilateral, pero ese no es solo nuestro objetivo. Es una herramienta más para la supervivencia en los campamentos. Por cierto, los niños que vienen en verano se encuentran en perfecto estado pese a la situación. Nuestro objetivo es solucionar nuestro conflicto de forma definitiva y duradera.

Esta semana participó en la ponencia Paz en el Sahara de las Cortes de Aragón. ¿Cómo ve su trabajo?

En la ponencia estaban todos los partidos menos Vox. Han demostrado muchísimo interés. Es el resultado de la simpatía y el apoyo que tiene la población aragonesa hacia el pueblo saharaui.