La carretera volvió ayer a cobrarse la vida de una persona y ya van 50 en lo que va de año en la comunidad aragonesa. En esta ocasión, un joven de 23 años y vecino de Gurrea de Gállego moría tras sufrir un accidente cuando regresaba de las fiestas de Ayerbe (Huesca).

Este siniestro, cuyas causas investiga la Guardia Civil de Tráfico, se produjo en torno a las 8.00 horas en el punto kilométrico 89,700 de la A-125 en dirección a Biscarrués, a un kilómetro de la salida de Ayerbe. Según fuentes consultadas, el turismo se salió de la vía en una curva cerrada, conocida como del Solatillo, y volcó posteriormente tras despeñarse por un terraplén. Al lugar se desplazaron los bomberos del Ayuntamiento de Huesca para excarcelar el cadáver, además de agentes de Tráfico y de Atestados de la Guardia Civil y ambulancias. La circulación no se vio afectada, según fuentes del Centro de Gestión de Tráfico.

El fallecimiento de Pablo Luna, hijo de un concejal de Gurrea de Gállego, conmocionó tanto en el municipio en el que residía como en Ayerbe, que precisamente celebraban ayer el último día de los festejos en honor de Santa Leticia. Los vecinos guardaron un minuto de silencio durante una comida popular.

En Gurrea, el ayuntamiento de la localidad convocó un pleno urgente para suspender los dos últimos días de las fiestas en honor de la Virgen de la Violada.

En lo que va del 2018, en la provincia oscense han muerto ya 20 personas, frente a las 23 de Zaragoza y siete en Teruel. Las cuatro víctimas mortales registradas en este mes de septiembre se han producido en el Alto Aragón. El número de víctimas mortales en la comunidad está cada vez más cercano a los 58 del 2017.

A tenor de los más recientes datos analizados por la Dirección General de Tráfico (DGT), en los últimos seis años -incluido lo que va del 2018- un total de 279 personas perdieron la vida mientras circulaban por carreteras nacionales y vías secundarias de Aragón.

Entre las causas de esta alta siniestralidad destacan las distracciones, el consumo de alcohol y drogas, la fatiga, el uso del móvil, la falta de mantenimiento y el descenso de la vigilancia por falta de efectivos de la Guardia Civil.

La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) alerta que el número de agentes de tráfico ha descendido un 15% aproximadamente en los últimos años y en la actualidad dispone de 527 efectivos. «Insuficiente», según la AUGC, para atender debidamente el territorio. Hay destacamentos que están únicamente cubiertos en un 60%, como ocurre con los de Ejea y Cariñena.