El temporal de frío y nieve que afecta especialmente a la red de carreteras se cobró ayer la vida de una joven china, S. H., de 32 años, y de su hijo de 4 meses en una cadena de colisiones en la A-23, a la altura del término municipal de Paniza (Zaragoza). Su esposo, que conducía el turismo, y otra hija menor resultaron heridos leves y fueron trasladados al hospital Clínico Lozano Blesa de la capital aragonesa. En el momento del trágico siniestro, en el que se vieron implicados un total de cinco vehículos y siete camiones, no estaba nevando, si bien el firme estaba mojado y la visibilidad era reducida por niebla intensa.

El accidente, que está siendo investigado por la Guardia Civil de Tráfico, se produjo sobre las 15.30 horas cuando dos camiones colisionaron por alcance a la altura del kilómetro 228 de la autovía Mudéjar en sentido a Zaragoza. Como consecuencia de este choque inicial se derivaron otros, entre ellos en el que se vio implicado el todoterreno en el que iban las dos víctimas mortales.

Hasta el lugar se desplazaron agentes del destacamento de Tráfico del instituto armado, varias ambulancias del 061 y Bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) que asistieron a siete personas en total por las heridas de diversa consideración que presentaban. Fueron trasladadas a diferentes centros hospitalarios de la capital aragonesa, si bien su vida no corre peligro, según fuentes de la Benemérita.

Paralelamente a estas labores de asistencia, la Dirección General de Tráfico (DGT) cortó durante cuatro horas la autovía y desvió la circulación por la salida 216 (Villadoz) hacia la N-330, sentido Mainar. Se llegaron a registrar hasta cuatro kilómetros de retenciones.

CAOS EN EL PIRINEO / Aunque no se produjeron más accidentes graves en la comunidad, el temporal afectó a casi medio centenar de carreteras, especialmente en Monrepós, donde se vivió un caos circulatorio, coincidiendo con el retorno de las estaciones de esquí. Como consecuencia de ello, la Guardia Civil cortó el tráfico en la N-330, en la zona del Hostal de Ipiés, donde la retención de vehículos llegó a prolongarse durante algo más de una hora. Los que disponían de ruedas de invierno o cadenas tardaron una hora para recorrer el puerto. Para intentar mejorar la situación la DGT prohibió la circulación a autobuses y camiones y la coordinadora de seguridad de la subdelegación del Gobierno estuvo reunida para controlar el operativo. Entre Fomento y la DGA, la comunidad cuenta con 177 equipos de limpieza de carreteras. A última hora del día se normalizó la situación, aunque el puerto se cerró a vehículos pesados y autobuses, ante la gran cantidad de nieve.

En otras 26 vías fue necesario el uso de cadenas para circular, de los que 14 se localizaron en Huesca, once en Teruel, donde hay dos carreteras cortadas (en Escorihuela y Villafranca de Campo), y una en Zaragoza. Ante la cantidad de nieve precipitada ayer, la Aemet activó para hoy la alerta amarilla por riesgo de aludes en el Pirineo. Asimismo, amplió a naranja la alerta por nevadas también al centro de Huesca, por acumulaciones de hasta 6 centímetros. En la Ibérica zaragozana y el Bajo Aragón el riesgo de precipitaciones de nieve es de hasta 10 y 4 centímetros, respectivamente.